DEFINICIONES

Tungüi, la pieza que falta en el rompecabezas de la L12

Se le acusa del desvío de miles de millones de pesos, destinados a la reconstrucción

OPINIÓN

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Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La tragedia de la Línea 12, en la que 26 personas murieron, exige culpables. Y aunque los reflectores se han centrado en el gobierno de Claudia Sheinbaum, que hace 29 meses administra el Metro, y otros han apuntado a quien gobernaba durante la construcción e inauguración de la Línea hace 10 años, Marcelo Ebrard, poco se ha dicho sobre quienes tomaron decisiones y tuvieron responsabilidad durante el momento que aparece como punto de quiebre en el tramo que se vino abajo: el sismo del 19 de septiembre de 2017.

Las razones por las que la Línea 12 estuvo cerrada en 2013 y 2014 -cuando el gobierno de Miguel Ángel Mancera la reabrió, asegurando que, tras los trabajos de “rehabilitación”, se “garantizaba” la seguridad-, poco o nada tendrían que ver con el derrumbe.

Es a partir del sismo que comienzan a aparecer denuncias de vecinos de la zona, usuarios de la Línea y trabajadores del Metro, advirtiendo riesgos en el tramo elevado que se vino abajo. Y, sobre todo, es desde ese momento, que autoridades del STC -su entonces director Jorge Gaviño- prometieron el “reforzamiento en todas las columnas del tramo elevado” ante lo que se reportó entonces como “afectaciones” en “columnas y trabes” en el trayecto.

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Hay que ir armando el rompecabezas, y una pieza clave recién llegó a México extraditado desde España.

Al menos cuatro altos exfuncionarios del gobierno de Mancera enfrentan cargos por corrupción: Felipe de Jesús Gutiérrez, exsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda; Jaime Slomianski Aguilar, extitular de la Agencia de Gestión Urbana; Raymundo Collins, exdirector del INVI y Edgar Tungüí, exsecretario de Obras y segundo titular de la Comisión para la reconstrucción por el sismo.

Tungüí destaca entre el resto, pues enfrenta cargos vinculados al uso indebido de facultades como encargado de la reconstrucción. El que fuera segundo comisionado es relevante porque el primero, Ricardo Becerra, renunció justamente por opacidad en el manejo de recursos públicos. En un albazo sin transparencia, tres diputados (Leonel Luna y Mauricio Toledo, entonces del PRD, y Jorge Romero del PAN), asignaron en la opacidad 8 mil millones de pesos.

"Ignoro la justificación que ha orientado el gasto de casi 8 mil millones de pesos", acusó Becerra en una carta en febrero de 2018, y renunció.

Ante la renuncia, Mancera designó a Tungüí, titular de Obras hasta ese momento. Hoy se encuentra preso en el reclusorio Norte vinculado a proceso por el delito de uso indebido de atribuciones y facultades. Se le acusa del desvío de miles de millones destinados a la reconstrucción. Fondos que tendrían que haber sido usados, entre otros propósitos, para garantizar el funcionamiento adecuado de la Línea 12 y la red del Metro después del sismo. 

La pregunta es si Tungüí, su equipo y la administración del Metro revisaron lo que debían revisar e invirtieron lo que debían invertir para dar seguridad a millones de usuarios.

¿O Tungüí y otros servidores públicos de primer nivel mermaron y desviaron los fondos de la reconstrucción, que hubieran podido reforzar la Línea 12 del Metro?

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM
@MLOPEZSANMARTIN

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