MALOS MODOS

Tenochtitlan, 1321

No queda muy claro cómo se pusieron de acuerdo, porque el Occidente depredador y heteronormado arrasó con todas las evidencias

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

No queda muy claro cómo se pusieron de acuerdo, porque el Occidente depredador y heteronormado arrasó con todas las evidencias. Pero el hecho es que las y los mexicas decidieron que la Gran Tenochtitlán se tenía que fundar en 1321, o sea justo a tiempo para que otro Huey Tlatoani, Andrés Manuel López Obrador, celebrara los 700 años de aquella ciudad mucho más grande que las urbes europeas y, sobre todo, más feminista.

Porque, nos explicó la jefa de Gobierno tenochca, Claudia Scheinbaum, hubo una fundación “solar”, que es la de 1325, o sea la que dan por buena todos los historiadores y arqueólogos de la era neoliberal –personas como Eduardo Matos Moctezuma o Alfredo López Austin–, y otra en 1321, la “lunar”. ¿Quién da por buena esta versión?

Hasta ahorita… Eh… la dan por buena el presidente más feminista de la historia y, por lo tanto, su entourage. Cosa que está muy bien, porque así fue que pudieron hacer el festejo con chingo de copal, lo que da una continuidad narrativa a la limpia en el Zócalo que dio inicio al sexenio, y unos collares de flores muy vistosos, muy coloridos, lo que a la larga nos permitirá sostener que hubo una conexión muy fuerte, un pasado civilizatorio común, entre el imperio azteca y Hawái. 

Ya sé lo que van a decir. Que en todos los sexenios se promueve una lectura politizada de la historia mexicana. Cierto. Después de todo, a alguien se le ocurrió poner a todos los caudillos revolucionarios juntos, en plan founding fathers del PRI, cuando en vida se dedicaron a matarse a tiros, o sustituir a Santa Claus por el águila emplumada, por aquello del soberanismo navideño.

Pero la 4T siempre llega más lejos. Lo que no habíamos visto era un espectáculo feminista-new age-nacionalista revolucionario, ese extraño mestizaje de una comuna de Tepoztlán, las tribus condechi y tu abuelo que trabajó en Conaliteg durante los 70, a mayor gloria del presidente.

¿Propaganda? Claro. ¿Una muestra más del rechazo de este régimen al conocimiento profundo, atento a la evidencia y demás? Sin duda. ¿Invención de la historia en clave fake?

Vaya que sí, y vaya que es una señal preocupante, una de esas que justifican citar a George Orwell, que algo entendía de las relaciones entre la institucionalización de la mentira y el autoritarismo. Pero esto tiene sus ángulos positivos.

El mejor de los novelistas mexicanos, Jorge Ibargüengoitia, se dio vuelo haciendo mofa de la historia oficial. Eso, burlas muy ácidas, son novelas como Los pasos de López o Los relámpagos de agosto.

¿Se imaginan lo que hará un talento nuevo con tomaduras de pelo como la del otro día?

Porque esto apenas empieza. Denles tiempo: alguien nos va a revelar que el algún yacimiento maya se ve cómo un astronauta de origen alienígena llegó a  fundar aquella civilización prodigiosa. 

POR JULIO PATÁN

JULIOPATAN0909@GMAIL.COM 

@JULIOPATAN09

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