DEFINICIONES

200 mil muertes

México está en el top 3 de muertes en el mundo, encabeza las tasas de letalidad y mortalidad; es el país donde más personal de salud ha muerto…

OPINIÓN

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Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Las muertes por COVID, reconocidas por la autoridad sanitaria en México, rebasaron las 200 mil. El número, 200 mil 211 no es sólo un dato, aunque el manoseo en la estadística exhibe la falta de pulcritud y tacto de quienes gestionan erráticamente la pandemia. Contarlos bien implica un mínimo de empatía y sensibilidad, y tendría que ser pieza angular en el trazo de políticas que guíen la toma de decisiones. El número de defunciones es mucho mayor (Inegi, Renapo, Registros civiles).

En la cifra oficial, estamos más de tres veces por encima el escenario “muy catastrófico” del que habló López-Gatell, el 4 de junio pasado. Ese pronóstico fallido lo retrata de cuerpo entero: falto de rigor técnico, ligero con las palabras, desatinado en cuanto calcula, víctima de sí mismo e irresponsable al informar. No es el único responsable del desastre, pero sí el principal.

México está en el top 3 de muertes totales en el planeta, encabeza las tasas de letalidad y mortalidad, somos el país donde más personal de salud ha muerto por la pandemia, y uno de los que menos pruebas de detección ha aplicado.

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El COVID sería “menos mortal que la influenza” y “no será necesario tener hospitales especiales para su tratamiento”, afirmó el 11 de febrero del año pasado, antes del primer caso. La realidad lo contradijo. El COVID sextuplicó los decesos por neumonía e influenza juntos y se han tenido que reconvertir más de mil hospitales.

El 29 de febrero de 2020, aseguró que el nuevo coronavirus era “indistinguible de un catarro”. Dos días después, el 2 de marzo, comenzó su batalla contra el cubrebocas: “no sirve”, dijo.

El 24 de marzo recomendó, ante los primeros síntomas, no ir a hospitales para “no saturarlos”. A inicios de este año supimos que 70% de quienes recibían atención médica en CDMX, llegaban tarde.

El 20 de abril decretó el aplanamiento de la curva. Cuatro días antes, el 16, se aventuró a pronosticar que para el 25 de junio la epidemia “concluirá en el Valle de México”. No sucedió.

El 1 de mayo aseguró que el “pico” de la pandemia llegaría el 6 de ese mes “y después comenzará a descender”. Luego, el 11 de junio, estimó que el “pico” sería la semana del 15 de junio. Tampoco atinó.

El 4 de junio revisó sus pronósticos de muertes. Dijo que “el mínimo eran 6 mil, otro escenario era 8 mil, otro 12 mil 500, y teníamos así hasta 30 mil, e incluso un escenario muy catastrófico que podía llegar a 60 mil”. Hoy México supera los 200 mil decesos en la cifra oficial, que no es la real.

El 31 agosto afirmó que, “con base en proyecciones matemáticas”, en “octubre todos los estados, quizá menos dos o tres, estarán en semáforo verde”. No pasó.

Las ligerezas lo han marcado. De sus vacaciones en Zipolite, a su caminata por la Condesa pese a ser positivo a COVID.

Hoy cruzamos las 200 mil muertes con casi 11 millones de vacunas llegadas al país, de las que 5 millones -listas para aplicarse- permanecen guardadas, aunque López-Gatell afirmó apenas el lunes que “no se están acumulando”.

Los errores son incontables. Las palabras usadas con ligereza tienen consecuencias. En una pandemia, matan. Y él ha sido irresponsable con ellas.

*Esta columna toma unos días de descanso. Nos encontramos en estas páginas el 5 de abril.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM
@MLOPEZSANMARTIN

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