Unos cumplen, otros no. Los encargados de conseguir y traer las vacunas están haciendo lo que les toca. Los responsables de distribuirlas y aplicarlas, no. La cancillería ha traído al país casi 10 millones de vacunas. De esas, 40 por ciento están guardadas en el refrigerador.
De las 10 millones de dosis de Pfizer, AstraZeneca, Sputnik V, Sinovac y CanSino que han llegado o fueron envasadas en el país, menos de seis millones se han colocado en los brazos de los mexicanos. ¿Por qué?
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Hoy se cumplen tres meses desde que comenzaron a llegar vacunas al país, el pasado 24 de diciembre, y el número de dosis aplicadas es de 5 millones 926 mil 967.
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¿Son muchas o pocas? Depende. El objetivo, para vacunar a todo el personal de la salud y adultos mayores de 60 años, exige que se apliquen unas 16 millones de vacunas antes de que termine abril. Estamos lejos de eso, aún. Pero a eso se ha comprometido el presidente López Obrador. La Cancillería está cumpliendo y, según la proyección, traerá al país las vacunas suficientes antes de esa fecha, pero quienes las distribuyen y aplican no caminan a la misma velocidad.
Mañana 25 de marzo, llegarán un millón de dosis más de Sinovac, y el 29 de marzo arribarán 500 mil de Sputnik. Además, en un transcurso no mayor a dos semanas, también comenzarán a llegar las vacunas AstraZeneca (2.7 millones de dosis) que enviará el gobierno de Joe Biden desde EU. Y cada semana saldrán alrededor de un millón de CanSino, envasadas en Querétaro.
Las 16 millones necesarias para el objetivo presidencial estarán listas antes del 30 de abril, pero eso no parece implicar que se lograrán aplicar a tiempo.
Pero para llegar a la meta, durante los próximos 38 días se necesitarían poner unas 264 mil vacunas cada 24 horas. En el papel, es posible, pero algo —o mucho— se necesita afinar.
Porque, aunque se necesitan con urgencia, hoy hay cuatro millones de dosis guardadas. Se requiere mayor celeridad y eficacia en la aplicación.
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Importa conseguir las vacunas y traerlas, pero igual de importante es distribuirlas y aplicarlas con pulcritud y velocidad, lo que toca al sector Salud.
El subsecretario López-Gatell aseguró el 3 de febrero pasado, en una más de sus ligerezas, que el gobierno sería capaz de vacunar en una semana a “tres millones de adultos mayores de las zonas rurales”. Como en otras tantas de sus afirmaciones, falló o mintió. O las dos cosas. Si no se consigue el objetivo de vacunar al personal de la salud y adultos mayores, en el que el Presidente empeñó su palabra, ¿de quién será la responsabilidad?, ¿si las vacunas están en el país, pero guardadas en refrigeradores, de quién será la culpa? Cada día que pasa sin que se apliquen vacunas que están guardadas, es un día en que cientos de mexicanos mueren.
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM
@MLOPEZSANMARTIN
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