COLUMNA INVITADA

El Premio Pritzker

Pritzker es un apellido vinculado a los hoteles Hyatt, cuyos establecimientos se extienden por todo el planeta

OPINIÓN

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Bernardo Noval/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La empresa tiene sus oficinas generales en Chicago, una de las ciudades más famosos en el mundo por su arquitectura, donde Louis Sullivan, Frank Lloyd Wright y Mies Van der Rohe construyeron algunas de sus mejores obras.

En 1979 se llevó a cabo por primera vez en esta ciudad, la ceremonia que hoy es la más importante entrega del premio a la arquitectura moderna. Jay A. Pritzker y su esposa Clay, a través de The Hyatt Foundation, tuvieron la idea de dar este reconocimiento a “un arquitecto vivo con obra relevante”.

En la actualidad, Thomas E. Pritzker, hijo mayor de la pareja, es el responsable de entregar al ganador 100 mil dólares y, desde 1987, también una medalla de bronce en cuyo reverso se puede leer Firmness, Commodity y Delight, traducción al inglés de las palabras de origen latino firmitas, utilitas y venustas, con las que el tratadista romano Vitruvio definió “la mejor arquitectura”.

Ser galardonado con el Pritzker equivale al máximo reconocimiento en la carrera de un arquitecto, pues se traduce en distinguir su valiosa aportación, así como resaltar aquello que ha definido un estilo en específico, un método de proyección propio o una filosofía suficientemente innovadora. La elección del arquitecto ganador la realiza un jurado conformado por figuras de gran reconocimiento internacional y sin ninguna intervención de algún miembro de la familia organizadora; este año, el presidente es el arquitecto chileno Alejandro Aravena.

Durante más de 40 años que se ha entregado esta distinción, se han tomado en cuenta arquitectos de 19 países de todo el mundo; sin embargo, hasta el momento sólo cinco mujeres, de forma individual o en colaboración, lo han obtenido: la anglo-iraquí Zaha Hadid (2004), la japonesa Kazuyo Sejima (2010), Carmen Pigem (2017) y las irlandesas Yvonne Farrell y Shelley McNamara (2020).

Por otro lado, Luis Barragán ha sido el único arquitecto mexicano en recibir el Pritzker en 1980, por su visión de la arquitectura como “un acto sublime de la imaginación poética, con jardines, plazas y fuentes de belleza inquietante”. En su discurso de agradecimiento, Barragán señaló: “En mí se premia entonces, a todo aquél que ha sido tocado por la belleza [ …] las palabras belleza, inspiración, magia, sortilegio, encantamiento y también las de serenidad, silencio, intimidad y asombro, han encontrado amorosa acogida en mi alma, y si estoy lejos de pretender haberles hecho plena justicia en mi obra, no por eso han dejado de ser mi faro...”.

Este 2021 se conmemora la edición 43 y, desde hace algunas semanas, han circulado a través de diversas encuestas en sitios especializados en arquitectura, algunos de los nombres que deberían ser considerados. Entre los arquitectos mencionados destaca el británico David Chipperfield –quien en 2013 proyectó el Museo Jumex– y las mexicanas Tatiana Bilbao y Frida Escobedo.

Finalmente, mañana 16 de marzo en punto de las 10:00 horas, será dado a conocer el nombre de quien este año recibe el Pritzker; que significativamente, mediante la medalla de bronce que tiene grabadas las palabras “resistencia, funcionalidad y belleza”, continúa vigente en la arquitectura del siglo XXI, un propósito enunciado hace 21 siglos por Vitruvio.

POR BERNARDO NOVAL
CEO MUST WANTED GROUP
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dza