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Conmemoraciones y perdones

Este año se ha vuelto de interés histórico para el gobierno debido a las conmemoraciones que se han planeado sobre distintos acontecimientos

OPINIÓN

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Ignacio Anaya Minjarez / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: El Heraldo de México

Este año se ha vuelto de interés histórico para el gobierno debido a las conmemoraciones que se han planeado sobre distintos acontecimientos y personajes históricos. No debería ser sorpresa, si hay algo en lo que la administración actual ha demostrado ser constante es en la importancia concedida a la historia oficial. No obstante, dentro de estas fechas conmemorativas también destaca el perdón que el gobierno pedirá a los mayas, yaquis y a la comunidad china debido a los agravios que sufrieron en el pasado.

Es una iniciativa positiva en el sentido de que se reconozca la responsabilidad del Estado Mexicano en tales sucesos, lo cual ayuda al reconocimiento de dichas comunidades. Por otro lado, también se debe entender que el perdón es un concepto más complejo de lo que aparenta ser superficialmente, sobre todo cuando se intenta aplicarlo a procesos que a su vez fueron más largos y duraderos de cómo se les pretende presentar. El filósofo francés Paul Ricoeur señalaba en el epilogo de su obra Memoria, Historia y Olvido que para que exista perdón debe haber un culpable, ya sea presunto o declarado. Es ahí donde aparece un reto en cuanto a la memoria histórica de los sucesos. Andrés Manuel pedirá perdón en representación del Estado Mexicano, esto porque, como igual lo mencionaba Ricoeur, las instituciones por su propia condición carecen de una conciencia moral. Son los individuos dentro de ellas quienes le confieren su culpabilidad histórica.

¿Quiénes son entonces los culpables? Responderlo no es tan sencillo como aparenta serlo y presenta sus propias problemáticas. En el caso de los yaquis y mayas, lo más probable es que se señale a Porfirio Díaz como el causante de aquellos males, no obstante, el exdictador fue solo uno de los muchos individuos que se apoyaron en las Leyes de Reforma para entrar en conflicto con los pueblos originarios y uno de los que conformaron esa lista fue Benito Juárez, quien estuvo al tanto de una masacre contra los yaquis en 1868. En el caso de la comunidad china la masacre del 15 de mayo de 1911 fue llevada a cabo por los seguidores de Francisco I. Madero como resultado de una xenofobia que se iba conformando desde tiempo atrás.

Estas son las paradojas a las que se enfrenta el perdón por parte del gobierno hacia las víctimas de sus delitos en ciertos procesos. Está claro que la intención nace de una buena voluntad, ya que tampoco se trata de dejar esos acontecimientos en el pasado. Sería erróneo afirmar que “eso pasó y ya”. Pero también es importante pensar en cuales son las necesidades actuales de tales grupos.

POR IGNACIO ANAYA MINJAREZ
COLABORADOR
@IGNACIOANAY

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