"Hasta el día de hoy, no se aprecia de esa forma. Son primero los leales, los intereses, o los indispensables para los proyectos o intenciones de un gobierno que se dice de cambio. En los hechos, los recursos no fluyen a los verdaderos necesitados y vulnerables. A los pobres los tenemos que atender subsidiariamente, pero también con inteligencia y perspectiva de desarrollo y crecimiento. Resulta perverso utilizarlos para fines no confesables y haciéndolos dependientes. Ese no es el camino del progreso, es populismo puro y vanagloria de discurso. ¡Qué desperdicio de recursos y que falta de respeto por los verdaderos pobres!".
POR SALVADOR CERÓN
ECONOMISTA
@ACCRESPONSABLE
avh