SIN BEMOLES

Hernández- Medrano - IN MEMORIAM

Conmemoramos cinco años del fallecimiento de uno de los mayores formadores de músicos profesionales en la historia reciente de nuestro país

OPINIÓN

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Miguel Salmon Del Real / Sin Bemoles / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

México, actualmente, uno de los países con mayor número de compositores de música de concierto en el mundo, no puede explicarse sin sus grandes maestros; personajes que formaron a cientos de alumnos a lo largo de una vida consagrada a la enseñanza. Seguir este hilo, es una tarea fascinante. Ya en 1996, el musicólogo Robert Stevenson, en su prólogo al Diccionario de
Compositores Mexicanos de Música, de Eduardo Soto Millán, señaló: «En proporción respecto del número de sus habitantes, ninguna nación puede jactarse de contar con una mayor cantidad de compositores, tanto de música de concierto como popular, más que México.» Sólo en el campo de la composición académica, calculo cerca de trescientos compositores. Esto, a lo largo de seis generaciones, que van desde Manuel M. Ponce, hasta los jóvenes recientemente egresados.

Uno de los ejemplos más contundentes, es el del maestro Humberto Hernández-Medrano, quien falleció hace cinco años, un 13 de febrero de 2016, y quien por más de cuatro décadas formó a cientos de profesionales en su Taller de Estudios Polifónicos, del cual egresamos tantos de nosotros. Nació un 2 de julio de 1936 (1941, según ciertas fuentes) y falleció un 13 de Febrero de 2016.

El modelo principal para la formación de su método fue el taller del gran Carlos Chávez, del cual formó parte en su primerísima generación. En 1960, Chávez escribió una carta a su amigo, el compositor Aaron Copland (publicada por Gloria Carmona en su Epistolario Selecto de Carlos Chávez), en la cual menciona: “...acepté trabajar en lo que se llama un taller de composición… por todo son cinco chicos, y todos muy talentosos”. Se trataba de Hernández-Medrano, Héctor Quintanar (1936-2013); Eduardo Mata (1942-1995); Leonardo Velázquez (1935-2004), quien fuera sustituido por Jorge Dájer (1926-2012); y por último, Jesús Villaseñor (1936).

Posteriormente, Hernández-Medrano prosiguió sus estudios en el Conservatorio de Moscú. A su regreso a México dirigió la escuela, coro y banda de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Años más tarde, en la Ciudad de México, impartió clases en el Conservatorio Nacional y en 1973 fundó su propio taller. En sus contenidos, sintetizó los sistemas de Chávez y el soviético, dando
origen a uno de los talleres más sólidos del mundo. En sus clases, solía referir algunas de sus obras, como su Cantata para tenor, coro y orquesta Plegaria y Profecía, y su Homenaje a Copland, para orquesta.

En 1978, recibió el Águila de Tlatelolco; en 1983, la Lira de Oro; en 2009, la Medalla Mozart y en 2015, la SACM reconoció sus cincuenta años como compositor. Su legado vive en cada uno de los alumnos que recibimos de él una vasta tradición, a través de sus excepcionales lecciones.

De música se habla sin bemoles

POR MIGUEL SALMON DEL REAL
DIRECTOR DE LA ORQUESTA SINFÓNICA SINALOA DE LAS ARTES
IG: @miguel_delreal_conductor
TW: @migueldelreal
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