Agenda Levantina

Los retos de Medio Oriente ante 2022

Durante los últimos veinte años, China se ha convertido en un importante socio económico de todos los países de la región

Los retos de Medio Oriente ante 2022
Marta Tawil / Agenda Levantina / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

El Informe sobre la Desigualdad Global 2022 (World Inequality Lab-PNUD) publicado la semana pasada confirma que Medio Oriente es la región más desigual del mundo. De acuerdo con el documento, 10% de las personas más ricas en la zona controlan 58% de los ingresos (frente a 36% en Europa). Más aún, hallazgos de UNICEF, el Banco Mundial y la UNESCO sobre el impacto de la pandemia en el progreso educativo en los países árabes plantean la probabilidad de que 70% de los niños de 5 a 14 años no puedan leer con competencia; también informan que la proporción de jóvenes de 15 años que obtienen malos resultados en las pruebas de educación estandarizada internacional podría aumentar de 60.1 a 71.6%. 

En las interacciones regionales, durante los últimos veinte años, China se ha convertido en un importante socio económico de todos los países de la región. Entre varios rubros, la cooperación es relevante en telecomunicaciones y gestión portuaria. A la vez, la “competencia estratégica” entre China y Estados Unidos se ha vuelto muy incómoda para los liderazgos en Medio Oriente, pues los deja entre dos polos de ardua negociación.

Baste considerar que esta tensión regional es una de las tres principales cuestiones que se interponen en el camino de negociaciones fructíferas en el tema nuclear con Irán. La segunda es la aparente falta de voluntad de Washington para señalar su intención de honrar el acuerdo esta vez; y, la tercera, el progreso nuclear de Irán, que coloca al país demasiado cerca del estado de “umbral de potencia”. Mientras tanto, los gobiernos de Beijing y Teherán firmaron el acuerdo de asociación estratégica integral (CSP), además de que Irán ya es miembro de pleno derecho de la Organización de Cooperación de Shanghái, dirigida por China y Rusia. También en el Golfo, en mayo de 2021, se informaba que China estaba construyendo una instalación militar en Emiratos Árabes Unidos. 

Bajo el peso de dichos procesos, se hallan los problemas estructurales internos de los países árabes. Ellos resultan de dinámicas profundas y crónicas, como la inestabilidad política, los marcos regulatorios e instituciones del mercado laboral ineficaces, las deficiencias de los sistemas fiscales y la extendida corrupción.

La competencia sino-estadounidense de bajo nivel en Medio Oriente es un escenario probable para 2022, con consecuencias para la diplomacia de los gobiernos como para las economías nacionales. Estas tendencias –algunas familiares en Latinoamérica– anuncian un panorama muy complicado para el desarrollo y las tentativas de solución de problemas en los años que se avecinan. Y en la base, las poblaciones árabes, además, carecen de poder creíble de responsabilidad política para obligar a sus gobiernos a remontar su curso. 

POR MARTA TAWIL
INVESTIGADORA DE EL COLMEX

MAAZ

 

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