GOL GANA

Celebrar un repechaje ¿Y qué tiene de malo?

Ahora resulta que unos mamertos van a decirnos qué se puede festejar y qué no. ¿Qué se sienten esos supuestos expertos del futbol para dictar qué se puede festejar y qué no?

OPINIÓN

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Poncho Vera/ Gol Gana/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Ahora resulta que unos mamertos van a decirnos qué se puede festejar y qué no. ¿Qué se sienten esos supuestos expertos del futbol para dictar qué se puede festejar y qué no?

¿Expertos en futbol?, ¿qué es eso?

Si en realidad fueran expertos, en lugar de estar lanzando críticas arteras con un micrófono, estarían, no jugando por la edad, pero sí dirigiendo o trabajando en serio en un equipo de futbol.

No, no son expertos, son comunicadores para entretener con relación a lo que hacen los verdaderos profesionales del futbol, los que trabajan dentro de él. Son animadores, entretienen nada más, lo que tiene mucho mérito, aunque les cueste trabajo aceptarlo.

Desde un escritorio en un foro, aseguran tener la autoridad para decirles a entrenadores, jugadores y directivos, ¿qué hacen mal? Y ¿qué es lo que tienen que hacer? Pero ellos no entrenan, no juegan, no dirigen, solo hablan y hablan.

Muchos, jugaron profesionalmente, los años los retiraron. Dirigieron, entrenaron y fracasaron. Ahora desde el estudio de radio o televisión, o con el poder que les da un teléfono inteligente, expanden sus frustraciones con gran furia en contra de quienes protagonizan el futbol.

Se justifican de una y mil maneras, aseguran que si no trabajan en el futbol profesional es porque hay mafias, o amiguismos y nepotismos, o porque prefieren estar cerca de su familia. Blah, blah, blah.

Además de regañar a los que tienen que ver con lo que pasa en la cancha, también les da por atacar a los aficionados. Aseguran que no pueden estar contentos, o por lo que ellos con su supuesta sabiduría consideran indigno de causar alegrías.

Les encanta, con un discurso trillado, tachar de mediocres a quienes aplauden a su equipo de un accionar que consideran, desde la comodidad de su silla, como pobre.

Como si el futbol no fuera para disfrutarlo, como si ver el futbol tuviera que ser un motivo de sufrimiento, como si la alegría no fuera lo más importante para un aficionado.

La soberbia de estos pretenciosos, le da para sentirse dueños de la verdad, y se piensan poseedores de todo lo que tiene el futbol, incluso, las ganas de gozar por los aficionados.

Si saben animar complementariamente al futbol, no hay más que felicitarlos. Si piensan tener la misma o más capacidad que, por ejemplo, un entrenador, habrá que cuestionarlos del porqué no están contratados por ningún equipo.

POR PONCHO VERA
ALFONSO_VERA@HOTMAIL.COM
@PONCHO-VERA

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