Una creciente preocupación rodea al gobierno del presidente Joe Biden, que luego de un promisorio inicio parece más y más encaminado a un desplome político.
Una encuesta del sistema de televisión pública (PBS) y la cadena de radio pública nacional (NPR) encontró que 44 por ciento de los demócratas cree que Biden sería un mal candidato en 2024, cuando se espera que el expresidente Donald Trump, que alega haber sido víctima de fraude electoral en 2020, sea el candidato republicano.
La encuesta es un golpe para Biden, que el fin de semana fue informado por varias encuestas de un creciente rechazo entre los estadounidenses: 54 por ciento desaprueba su desempeño, de acuerdo con la NBC, cuando se encuentra en un momento políticamente crítico: literalmente en los albores de las campañas para las elecciones intermedias, en noviembre de 2022, en las que se juega el control del Congreso.
La cadena ABC, a su vez, indicó erosión en la fe de los estadounidenses en la capacidad de Biden para enfrentar problemas como recuperación económica, violencia con armas de fuego e inmigración y la situación en la frontera entre Estados Unidos y México.
De hecho, menos de 40 de los estadounidenses cree que Biden y su gobierno podrán con la situación. El conflictuado retiro de Afganistán no ayudó a su confiabilidad.
Es cierto que en parte, el desplome a la baja en las encuestas está determinado por las muy bajas marcas de aprobación que el gobierno Biden encuentra entre los republicanos, como un nuevo recordatorio de la brutal polarización de la política estadounidense. De hecho, Trump enfrentó una situación similar, aunque puede afirmarse que es de lejos una figura más polarizante que la de Biden.
De acuerdo con la encuestadora Gallup, el índice de aprobación de Biden (42 por ciento) es el más bajo de cualquier Presidente en octubre de su primer año desde Dwight Eisenhower, en 1953, excepto Trump, que estaba en 37 por ciento.
Pero igualmente se recuerda que Trump es ahora el amo del Partido Republicano y que se espera se presente en 2024, sobre una plataforma que incluye una postura de dureza extrema frente a la migración y la construcción de una valla en la frontera con México.
En el caso del tío Joe, como algunos demócratas llaman a Biden, parte del problema está originado en sus propias filas y muy especialmente en la fuerza y empecinamiento de su sector liberal, por un lado, y legisladores que como los senadores Joe Manchin y Kyrsten Sinema, presuntamente centristas, tienen visiones y ambiciones propias.
El problema es que sea como reflejo de sus ansias de venganza electoral, por entusiasmo político o por miedo al cambio social que se avecina, los republicanos parecen más ansiosos de imponerse a sus rivales en las elecciones de medio término, en noviembre del próximo año, cuando estará en juego el control del Congreso estadounidense.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS.
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
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