COLUMNA INVITADA

Seguridad presidencial en Nueva York

Este tipo de medidas obedecen a estrictos protocolos de seguridad que el gobierno estadounidense asigna a los jefes de Estado y de gobierno que pisan su territorio para garantizar que no corran riesgo alguno, así sea el más mínimo detalle

OPINIÓN

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Facundo Rosas / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Las imágenes del presidente de México al llegar a la sede de la ONU en Nueva York marca la diferencia entre un servicio de seguridad de primer mundo a cargo del servicio secreto, dependiente del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos y el que ofrece la "ayudantía" que resguarda al presidente de México todos los días y que ha permitido que profesores le bloquearan el paso a instalaciones militares para llevar a cabo la reunión del Gabinete de Seguridad en el estado de Chiapas.

Este tipo de medidas obedecen a estrictos protocolos de seguridad que el gobierno estadounidense asigna a los jefes de Estado y de gobierno que pisan su territorio para garantizar que no corran riesgo alguno, así sea el más mínimo detalle.

Lo anterior no está a discusión del dignatario en turno, es decir no se le toma opinión y se realiza "a pie juntillas" porque incidentes en el vecino país del norte los ha habido y en todos los niveles, tantos como cantidad de películas se han filmado.

Algo similar realizaba el Estado Mayor Presidencial en México en sexenios pasados pero la actual asministracion lo borró de un plumazo bajo el argumento de que era un exceso, pero poco tiempo después se dió cuenta de lo necesario que es éste servicio y lo disfrazó de "ayudantía", aunque en realidad detrás de esa virtual instancia están las fuerzas armadas y la propia Guardia Nacional, con el mismo en personal del que disponía antes para el resguardo del jefe del ejecutivo federal, es decir "cambió todo para que todo siga igual".

En realidad la seguridad del presidente de la República en México está garantizada por un despliegue que de manera sistematizada se integra cada vez que sale de Palacio Nacional, independientemente de la guardia permanente en la sede del jefe de Estado.

Lo que si es diferente es que la famosa "ayudantía" ha permitido que muchos de sus integrantes hayan ascendido a puestos directivos de alto nivel dentro del gobierno federal y de algunos gobiernos de los estados, que para cualquier otro servidor público mortal le llevaría décadas de intenso trabajo y méritos ganados.

Otro rasgo diferente a los presidentes anteriores es el uso del ya famoso "avión presidencial", ese que ya ha sido rifado pero que sigue pernoctando en el Hangar presidencial y que ahora ya no se le llama como tal para que no parezca que las cosas no no han cambiado.

Además los gastos por vehículos blindados y guardias de seguridad personal (escoltas) que tanto criticaron al arribar al poder no fueron eliminados de la GN y ahora los usan tanto el presidente como los integrantes de su gabinete.

Es así que el área de protección a funcionarios de la extinta PF, ahora incorporada a la GN, sigue funcionando igual que antes y por lo que se ve así cerrará el sexenio.

No está mal que existan guardias de seguridad personal dentro del gobierno federal, está mal que no reconozcan que los funcionarios siguen trayendo escoltas y hasta los presumen como en los tiempos de los neoliberales.

En síntesis, "los escoltas que vos eliminais gozan de cabal salud".

POR FACUNDO ROSAS
EXCOMISIONADO DE LA POLICÍA FEDERAL

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