COLUMNA INVITADA

Nuevo Laredo, la ruta más corta.

La producción y exportación de petróleo disminuyeron y los precios de la plata y de otros minerales industriales fueron menores

OPINIÓN

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José Ignacio Zaragoza / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Los indicadores del comercio exterior en México son de los pocos datos confiables o más creíbles a lo largo de nuestra historia, sobre todo en periodos turbulentos como el proceso revolucionario, la guerra cristera y las guerras mundiales. Justo antes de la Primera Guerra Mundial podemos apreciar que el mercado estadounidense ya suponía para nuestro país el principal destino de nuestras exportaciones, porcentajes arriba del 80%; mientras que en las importaciones rondaba el 50%. La otra mitad de las importaciones provenían principalmente de Europa y llegaban directo al puerto de Veracruz, cuna de la figura del Agente Aduanal en México.

Durante la Guerra Cristera, ese conflicto que sumió a México en una guerra civil de 3 años (1926-1929) entre las fuerzas federales y la comunidad católica encabezada por el clero, el saldo favorable de la balanza comercial siguió una tendencia decreciente. La producción y exportación de petróleo disminuyeron y los precios de la plata y de otros minerales industriales fueron menores.

El cierre temporal del Puerto de Veracruz a causa de ese conflicto llevó a muchos Agentes Aduanales a moverse a la frontera norte del país, encontrando refugio principalmente en Nuevo Laredo, Tamaulipas. En aquel entonces la aduana fronteriza de Nuevo Laredo ya estaba consolidada, había sido fundada en 1855 por el entonces general Santiago Vidaurri, gobernador de Nuevo León y comandante militar de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas; y el flujo comercial por sus puentes mostraba ya un fuerte crecimiento.

Nuevo Laredo recibió a esos Agentes Aduanales con los brazos abiertos, pero llegando la paz al país, arribó también la gran depresión del 29. Como dije, la relación entre México y los Estados Unidos ya era muy estrecha, por lo que las modificaciones en el mercado estadounidense afectaron directamente al mexicano. El 60% de nuestras exportaciones eran de minerales y cayeron drásticamente. Disminuyó la demanda estadounidense por las materias primas y bienes manufacturados y nuestro socio comercial validó severas restricciones al establecer aranceles altos y otras leyes de índole proteccionista. Las consecuencias de la crisis proveniente del país vecino fueron impactantes, entre 1929 y 1932, el PIB presentó una caída del 17.6%.

Casi una década después, el 27 de septiembre de 1938 se constituye formalmente la Asociación de Agentes Aduanales de Nuevo Laredo, aunque desde principios de los años 20, hay inidicios de un grupo de Agentes Aduanales participando dentro de la Cámara de Comercio local, que también en ese mismo año del 38, junto con otros colegas del país, fundan la CAAAREM, la Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana.

Al llegar la Segunda Guerra Mundial, en Nuevo Laredo ya existía un gremio aduanero consolidado que fue capaz de dar certeza a las operaciones de las cadenas de suministro que fortalecieron el esfuerzo bélico de los Estados Unidos. Desde entonces, el motor de la economía local ha sido el comercio exterior impulsado por los Agentes Aduanales se convirtieron en uno de los principales generadores de empleos normales yespecializados de esta frontera, junto con los transportistas y la industria maquiladora de exportación. 60% de la fuerza laboral de la ciudad tiene que ver con el comercio exterior.

Hoy es imposible imaginar Nuevo Laredo, “la capital aduanera de América” sin su aduana, la más importante de Latinoamérica, por donde cruza diariamente el 40% del intercambio comercial México-Estados Unidos y aporta alrededor del 20% de la recaudación del IVA nacional derivado del comercio exterior. Tan solo por su puente III, el puente del Comercio Mundial, aproximadamente 12 mil 930 camiones cruzan al día (6 mil de exportación y casi 7 mil de importación).

Hoy, en franca recuperación de la pandemia y aprovechando el impulso del T-MEC, estoy seguro que vienen días verdaderamente buenos para Nuevo Laredo. Un comercio regional más responsable en los ámbitos laboral y ambiental; impulsará la creación de más empleos y mejores salarios en beneficio de los trabajadores de los tres países; otorgará plena certidumbre a los intercambios comerciales y a las inversiones; promoverá el aprovechamiento de nuevas tecnologías en el comercio, los servicios financieros y otros sectores; y fortalecerá la competitividad de América del Norte como plataforma industrial y logística. Y en esto, la Asociación de Agentes Aduanales de Nuevo Laredo, que acaba de cumplir 83 años, seguirá siendo un pilar fundamental del impulso competitivo de la región y del país.

POR JOSÉ IGNACIO ZARAGOZA A.

AGENTE ADUANAL, EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR

@IGNAQUIZ

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