Mientras los jordanos salían a las calles a protestar contra la corrupción y el desempleo durante la "Primavera Árabe" en 2011, su rey Abdullah II compraba mansiones frente al mar por cientos de millones de dólares, a través de empresas extraterritoriales. En la filtración masiva de documentos financieros publicada el domingo, los Pandora Papers, se alega que el rey Abdullah, aliado de Estados Unidos, usó cuentas en el extranjero para gastar más de 100 millones en casas de lujo en Reino Unido y Estados Unidos.
La economía de Jordania se ha visto golpeada por la afluencia de cientos de miles de refugiados de la vecina Siria, por la crisis del coronavirus y, el año pasado, por la controversia provocada por el medio hermano del rey y expríncipe heredero, Hamzah, quien acusó al "sistema gobernante" de corrupción e incompetencia.
Los documentos secretos también desenmascararon a algunos funcionarios libaneses en el extranjero. Con 346 empresas, el país del Cedro es el mejor cliente de la firma Trident Trust, especialista en la domiciliación de sociedades offshore. Por su parte, la princesa Lalla Hasnaa de Marruecos aparece como propietaria de una empresa fantasma que compró una casa de 11 millones de dólares en una zona exclusiva de Londres.
Mohammed bin Rashid Al Maktoum, primer ministro de Emiratos Árabes Unidos y emir de Dubái, era accionista de tres empresas registradas en jurisdicciones secretas. Los nombres de magnates turcos también salieron a relucir, algunos vinculados con la construcción del muy comentado palacio presidencial de 1 150 habitaciones bajo el gobierno actual de Recep Tayyip Erdogan.
Estos y otros líderes y miembros de la clase política de países de Medio Oriente de por sí son señalados con cierta regularidad por medios de comunicación, grupos de derechos humanos y organismos internacionales.
Jordania y Marruecos, además, han recibido miles de millones de dólares en ayuda de la comunidad internacional a lo largo de los años para ayudar a estabilizar su economía en crisis.
Pero es poco probable que el informe merme las relaciones de estos países con sus aliados en Europa y Estados Unidos, o con los organismos financieros internacionales. El domingo el rey Abdullah sostuvo una llamada telefónica con el presidente sirio Asad, la primera desde 2011, urgido el rey de recuperar la actividad económica en la frontera con Siria.
Si el uso de armas químicas y las imágenes televisadas de cuerpos de niños asesinados por el régimen sirio y su aliado ruso no fueron nunca suficientes para provocar una respuesta internacional que fuera más allá de las palabras, la impermeabilidad a los escándalos de los Pandora Papers no debe sorprendernos tanto.
En todo caso, forman parte de una ruta de migajas que apunta a respectivos desastres.
POR MARTA TAWIL.
INVESTIGADORA DE EL COLMEX
ORBE@ELHERALDODEMEXICO.COM
MAAZ