¿No será momento de repensar el esquema de seguridad del presidente?
Se entiende la cercanía que Andrés Manuel López Obrador siempre ha tenido con la gente; es parte de su esencia política. Es comprensible, también, su deseo de sepultar los enormes y ostentosos aparatos de seguridad; séquitos de decenas sino es que cientos de elementos que cuidaban a los presidentes, que los hacían perder contacto con la realidad, y volvían imposible saludarlos, entregarles una carta, ser escuchados.
Pero, el presidente está demasiado expuesto. Y esa exposición conlleva riesgos. Riesgos que lo trascienden a él.
¿Quién lo cuida? El pueblo, ha dicho él. Pero, su seguridad, es asunto de Estado.
¿Quién lo protege? ¿Una ayudantía desarmada? No parece buena idea, cuando cada vez son más las escenas donde se ve comprometida la seguridad presidencial. AMLO está exponiéndose innecesariamente.
Claro que tampoco se trata de regresar a lo de antes: nadie quiere ver a un jefe de Estado rodeado de guaruras, inaccesible, lejano y de oídos sordos. Pero ¿no vale la pena repensar su esquema de seguridad?
Ya hemos visto “espontáneos” en la mañanera, gritos y hasta insultos en vuelos comerciales, una turba de la CNTE que retuvo su vehículo dos horas en Chiapas durante una gira oficial y el domingo pasado lo de Huauchinango, Puebla: decenas de personas que lo increparon y logran burlar un muy débil operativo de seguridad. Se colaron y se plantaron frente a López Obrador en plena reunión de trabajo.
El presidente dejó entrever el pasado lunes que liderazgos de la organización experta en extorsión Antorcha Campesina, habrían estado detrás de la irrupción. Es muy probable. Antes fue la Coordinadora, en Chiapas. ¿Quién sigue? Se corre el riesgo de que esto se normalice.
¿No son demasiados avisos? Los riesgos están alertados. Es momento de recalibrar si la estrategia aun funciona y garantiza la seguridad del mandatario, o vale la pena replantearla.
Off the récord
La mesa está puesta para la tan esperada fotografía de los tres presidenciables de Morena. No hay muchas personas que puedan reunirlos. Lo hará la maestra Ifigenia Martínez, quien será reconocida con la medalla Belisario Domínguez mañana. Luego de la ceremonia de entrega de la presea, habrá un evento en torno a la senadora. Ahí estarán, con ella, Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal. Será la primera vez que coincidan, luego de los destapes que han marcado el arranque de la adelantada carrera presidencial de 2024… Lo que seguiría a este encuentro podría ser una reunión entre los tres y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López. Es, de hecho, una de las peticiones planteadas en Bucareli por el coordinador de los senadores de Morena.
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
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