Después de casi dos años de existencia del coronavirus y pese a que la mayoría de los mexicanos están vacunados, aunque para ser precisos algunos solo están medio vacunados, su presencia sigue causando estragos, no solo en materia de salud sino en el terreno laboral.
Así se entiende la instruccióngirada por “la superioridad” al interior de la Guardia Nacional en el sentido de que quien no se vacune será dado de baja, “por poner en riesgo al resto del personal”, aunque quien firma el oficio no siempre es el Comandante de la corporación o el coordinador estatal sino personal de menor grado y cargo.
Algo que llama la atención es que quien en teoría debería firmar dicho documento antepone sus dos grados,Comisario o Inspector de la Guardia Nacional y entre paréntesis General o Coronel del Ejército Mexicano, según sea el caso, pero delega dicha responsabilidad.
Pese a ser una instrucción vertical, quien elabora el documento solicita tener cuidado de fundar y motivar el escrito que se le entregue a cada elemento, argumentando que tal medida obedece a que no se debe privilegiar el interés y las creencias sobre el interés general de la institución y que en todo caso deberá establecerse coordinación con el asesor jurídico para evitar quejas por vulnerar sus derechos humanos.
Lo anterior evidencia que gradualmente y más allá de lo que determine el Congreso, dicha institución quedará integrada por personal militar y adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional, por lo que a final de cuentas el personal civil que no sea aceptado para formar parte de las filas castrense tendrá que causar baja, con vacuna o sin vacuna.
Atrás quedaron los dichos del titular del ejecutivo federal en el sentido de que nadie iba a ser obligado a vacunarse, que todo iba a ser voluntario porque en México vivimos en un país de libertades.
Cuántas veces hemos oído durante las conferencias mañaneras que “nada es por la fuerza, todo por la razón”, sin embargo al interior del gobierno de la autodenominada 4T las cosas son distintas, pero siempre existe la oportunidad de enterarse porque conforme pasa el tiempo los gobiernos se desgastan y empiezan a salir a la luz pública las inconformidades derivadas de las incongruencias.
Cabe agregar que la GN no es la primera institución a la que se le instruye asegurarse que todo su personal esté vacunado contra el Covid-19, ya que desde hace algunos meses se ha hecho lo mismo con las dependencias del gobierno federal que tiene desplegado personal en el interior del país y asiste a las denominadas Mesas de seguridad o de coordinación para la construcción de la paz, incluidas las vinculadas a los programas de salud y bienestar.
Si desde un principio se hubieran tomado este tipo de medidas un tanto coercitivas, hoy no estaríamos lamentando casi medio millón de decesos, pero sobre todo enfrentando las secuelas de quienes se contagiaron y contagiaron a otras personas por no usar cubrebocas, tal como lo hacía y hace el presidente de la República.
Aún estamos a tiempo de evitar una cuarta ola de contagios y muertes, pero ésta depende de la congruencia de los gobernantes más que de la disposición y solidaridad de los mexicanos.
POR FACUNDO ROSAS
EXCOMISIONADO DE LA POLICÍA FEDERAL
PAL