COMANDO Y CONTROL

Corea: presente formidable, futuro incierto

Revisando la historia nos damos cuenta de que, desafortunadamente, la guerra y el instinto de supervivencia han sido los principales motivadores

OPINIÓN

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Íñigo Guevara Moyano / Comando y Control / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La semana pasada, se llevó a cabo la Exposición Internacional Aeroespacial y de Defensa (ADEX) en Seúl, la capital de Corea –que en occidente le llamamos del Sur–.

Este tipo de expos ya son muy comunes alrededor del mundo: a mediados de septiembre se efectuó DSEi, en Londres, seguida de FAMEX, en Santa Lucía, y a principios de octubre AUSA, en Washington.

Estas exhibiciones buscan reunir a la industria internacional con la comunidad de seguridad y defensa.

En ellas, se exponen sus innovaciones y avances tecnológicos para atraer interés de los posibles clientes y medirse con su competencia.  Lo que distingue estas de otras expos de alta tecnología es que aparte del objetivo comercial, hay un elemento geopolítico muy marcado, un nacionalismo implícito, pues a final de cuentas, lo que se muestra son armas de guerra.

Revisando la historia nos damos cuenta de que, desafortunadamente, la guerra y el instinto de supervivencia, han sido los principales motivadores, tras los grandes avances tecnológicos.  Con vecinos como Corea del Norte, Rusia, China y Japón, hay pocas naciones que viven bajo la amenaza de ser conquistados o aniquilados.  Esto motiva a los coreanos a vivir en el “aquí y ahora”, no en el futuro ni en el pasado.

Este instinto de supervivencia se ve reflejado en lo avanzado de su industria bélica: todos los grandes conglomerados, como Samsung, Hyundai, Kia y LG, tienen fuertes subsidiarias de defensa que hacen desde jeeps y armas ligeras, hasta submarinos y aviones eléctricos. Si bien todas las exposiciones de este tipo incluyen una dosis de avances tecnológicos, ADEX es especial por la cantidad de sistemas autónomos y automatizados.

La última es de gran importancia para este país porque enfrenta un grave problema demográfico y necesita sistemas para reemplazar humanos:  en 2021, su población llego a 51 millones, sin embargo, su tasa de crecimiento ha parado (0.13 por ciento), por lo que no se alcanza la tasa de reemplazo.

Los avances tecnológicos e industriales se han convertido en abundancia, sin embargo, ha provocado ajustes en la cultura coreana. De acuerdo con estudios sobre la mujer en ese país, sus prioridades han cambiado, no buscan tener hijos, casarse, o incluso tener una pareja, mientras que las parejas jóvenes prefieren esperarse a la madurez para tener descendencia. En los últimos 70 años, el número de hijos por mujer disminuyó de 5.6 a 1.

Se espera que para 2050, su población baje de 51 a 44 millones, pero casi 60 por ciento serán viejos. Si continúa esta tendencia, para 2090 la población coreana disminuirá a 30 millones.

Esta situación es una inclinación similar a lo que ha sucedido en Europa en los últimos 50 años; no obstante, a diferencia Corea, es una nación homogénea en donde aproximadamente 99 por ciento de la población es de raza coreana y geográficamente es prácticamente una isla, por lo que no existen olas de migraciones que permitan llegar a esa tasa de reemplazo.

Paradójicamente, Corea parece haber alcanzado las cúspides tanto del desarrollo industrial, tecnológico y demográfico al mismo tiempo, pero el futuro no se ve muy claro.

POR ÍÑIGO GUEVARA MOYANO
DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA DE INTELIGENCIA JANES

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