Con el inicio de este año, ha comenzado también la vigencia de la reformada Ley del Impuesto Sobre la Renta, misma que deja ver el desconocimiento -o falta de interés con conocimiento-, del importante papel que realizan las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) en nuestro país. Hay que recordar que todas ellas, suplen al Estado en actividades que éste no alcanza a realizar por si solo.
Recapitulando las modificaciones a la norma en mención, que más les afectan, tenemos el artículo 79 que exige la presentación de un comprobante fiscal (CFDI) para cualquier tipo de gasto, sin considerar que muchas organizaciones se dedican a brindar apoyo a grupos y comunidades en zonas que no cuentan con los medios para cumplir con dicho requisito (banca digital, internet, equipos electrónicos).
Otra es la que se encuentra en el artículo 80 de la misma ley. Esta reforma establece que una donataria no puede recibir más del 50% de sus ingresos por actividades no relacionadas con las de su objeto social (consultorías, cursos u otras acciones que pueden generar recursos para destinarse a apoyos o programas). Es decir que les obliga a sostener el 50% de la operación con donativos. Esta situación se vuelve casi imposible en un país en el que la cultura de la donación es casi nula, ya que los estímulos fiscales para ello tampoco la propician.
Y por último, están los cambios realizados al artículo 82-Quárter que contempla las causales de revocación de la autorización (ósea la pérdida de su calidad de donataria), mismas que además de excesivas, resultan violatorias al derecho humano de la libre asociación.
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Por lo que, el panorama para la sociedad civil en este nuevo ejercicio social y fiscal, es el de protegerse contra la posible extinción ante las nuevas condiciones que vuelven insostenible su funcionamiento.
Pareciera que el Ejecutivo no quiere ver, que las OSC son cruciales en México para cumplir con su propia consigna de “primero los pobres”, pues estas organizaciones, a través de la participación ciudadana, buscan reducir las desigualdades de sus beneficiarios.
POR JENY FARÍAS
DE PROYECTOS ESPECIALES Y OPERACIONES
@JENYCA