COLUMNA INVITADA

Mexicanos por error

Los ciudadanos naturalizados no cuentan con los mismos derechos que los mexicanos por sangre o nacimiento

OPINIÓN

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Beata Wojna/ Colaboradora/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Hace unos días mi compañero del trabajo reveló en las redes sociales que en los sistemas informáticos del Gobierno de México misteriosamente habían modificado su estatus migratorio y, a pesar de ser extranjero, aparece ya como mexicano.

El hecho le significó un problema mayúsculo porque estaba tramitando en la Secretaría de Relaciones Exteriores la renovación del pasaporte de sus hijos que son mexicanos.

Si bien aseguró que ama a México, no era su intención obtener la ciudadanía mexicana tan pronto y de esta forma.

En la gran mayoría de los países la ciudadanía se obtiene por sangre y/o por nacimiento. A eso se suman las vías que surgen a raíz de matrimonios mixtos, logros excepcionales, servicio militar, o inversiones.

A los extranjeros que no cuentan con vínculos familiares o institucionales que faciliten el camino a la nacionalidad, les queda la naturalización por residencia, el cual suele ser un proceso muy lento y se inicia generalmente después de residir un mínimo de cinco años en el país en cuestión y de demostrar el conocimiento y dominio del idioma, historia y símbolos patrios.

Obtener una ciudadanía por naturalización es uno de los aspectos culminantes de las políticas de construcción de la identidad nacional. Entre los países más duros para conceder la ciudadanía a los extranjeros se encuentran algunas naciones árabes, como Arabia Saudita y regímenes autoritarios como Corea de Norte, China o El Vaticano. Es muy difícil obtener la ciudadanía en Suiza, Austria, Alemania y Japón.

El caso más interesante es el de Estados Unidos, ya que se trata probablemente de la ciudadanía más codiciada del mundo. Ahí se puede obtener la ciudadanía por nacimiento en el territorio, pero mucho más difícil lograrla siendo residente. Entre los países más liberales para naturalizar extranjeros están España, Canadá y Argentina.

Si bien no sabemos cuál es el tamaño del error informático que convirtió a mi compañero repentinamente en mexicano parece que hay numerosos extranjeros afectados sí sabemos que México tiene un proceso nada sencillo para obtener la ciudadanía.

En esta situación, podríamos intuir que cualquiera se alegraría por “acelerar” su proceso de naturalización, aunque sea por error. Desafortunadamente no es así, porque los mexicanos naturalizados no cuentan con los mismos derechos que los mexicanos por sangre o nacimiento.

Imagínense que Alejandro Mayorkas, un cubano que llegó de niño a Estados Unidos y se naturalizó en ese país, fue propuesto recientemente como Secretario de Seguridad Interior en el gobierno de Joe Biden.

Una situación similar sería imposible en México porque los mexicanos naturalizados no pueden ocupar altos cargos en el gobierno ni ser diputados ni senadores, ni desempeñar profesiones relacionadas con temas de seguridad. Tampoco pueden tener doble nacionalidad.

Por eso, si a un extranjero le hacen mexicano por error, aunque ame a este país, se lo pensará dos veces antes de aceptar este cambio en su estatus migratorio.

POR BEATA WOJNA
PROFESORA DE RELACIONES INTERNACIONALES EN TECNOLÓGICO DE MONTERREY
@BEATAWOJNA