LA ENCERRONA

Covid, economía y manifestaciones

En el continente americano se pudo observar el fallido manejo pandémico, desde Estados Unidos hasta Argentina

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Este 2020 será recordado en todo el mundo. La pandemia provocada por el SARS-Cov-2 puso bajo la lupa varios problemas que se venían arrastrando desde mucho tiempo atrás, pero que durante este año se intensificaron. La hegemonía estadounidense pende de un hilo; la amalgama de la Unión Europea se puso en entredicho; la fuerza del dragón chino se dejó sentir en todos los rincones del orbe; el sistema económico hoy se coloca en tela de juicio y la brecha de desigualdad es cada vez mayor; la globalización ha hecho una ligera pausa para replantear su pertinencia; los gobiernos y la clase política se han mirado en el espejo con perplejidad por no encontrar las respuestas necesarias para mitigar las crisis sanitarias, económicas y sociales.

En este sentido, y bajo el velo de la COVID-19, en el continente americano se pudo observar el fallido manejo pandémico desde Estados Unidos hasta Argentina. La brutalidad policial por causas racistas se hizo presente en Minneapolis, en Bogotá, en La Paz, en Río de Janeiro y en Guadalajara, lo que derivó en manifestaciones sociales a gran escala, sobre todo en Colombia, Brasil y en todo el territorio estadounidense, dejando en claro que dichos gobiernos aún acarrean prácticas lacerantes e indignantes, mismas que deberán dejar de existir si queremos crecer como sociedad.

Asimismo, en países como Chile, Argentina o Brasil, las manifestaciones surgen del descontento por el manejo de la emergencia sanitaria y su fiel acompañante, la crisis económica. En el caso argentino, la llegada de Alberto Fernández a la presidencia, ha sido una repetición de décadas de malas decisiones en materia macroeconómica que se ve acentuada por la pandemia, izquierda y derecha en el gobierno no han sabido dar respuesta a la crisis permanente y los cacerolazos se harán escuchar durante toda su gestión. En medio de este descontento social, hace unos días se dio un triunfo que surge desde las calles bonaerenses: la aprobación en el Congreso de la ley de aborto, dejando un precedente importante en materia de derechos y libertades para toda Latinoamérica.

En Brasil pasa algo muy similar que en Estados Unidos y México, Jair Bolsonaro tampoco le dio la seriedad correspondiente al coronavirus —así como Trump y López Obrador–, y no realizó ajustes en sus políticas de salud y de economía, trayendo consigo más de 180,000 muertes y casi siete millones de personas contagiadas, aunado a la ola de desempleo y miles de trabajadores cayendo en la informalidad laboral. En Bolivia, el reto para Luis Arce no será nada sencillo, pues tras la salida de Evo Morales y el paso de Jeanine Áñez, quedó un país dividido y sumido en crisis económica. En Chile, los problemas del sistema educativo, de salud y financiero han hecho estallar la burbuja del llamado “paraíso chileno”, donde parecía que las medidas neoliberales impuestas por los Chicago boys hacían de esta una nación distinta a todos los vecinos latinoamericanos, ya se vio que no es así.

Lo complicado es que esto no se va a terminar en el corto plazo. El “coletazo” económico se seguirá sintiendo durante el año venidero en toda la región, así como la segunda ola de contagios, más allá del comienzo de la distribución de vacunas. Por lo que las manifestaciones sociales seguirán presentes en Sudamérica, Centroamérica e, incluso, podrían tomar fuerza en nuestro país, si no hay soluciones por parte del gobierno.

POR ADRIANA SARUR
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