Las primeras designaciones al gabinete del presidente electo Joe Biden señalaron su interés en reconstruir alianzas internacionales en el marco de una política exterior y de seguridad nacional efectiva, sin sorpresas y en manos de profesionales de su confianza.
Son por un lado, designaciones que dan esperanza a los "multilateralistas", en el sentido de que tendrán interlocutores con mente abierta en el gobierno estadounidense, y por otro señales muy claras de los esperados giros de política exterior en temas de particular interés para México, que van del acuerdo comercial del Pacífico al Acuerdo de París sobre el cambio climático, y muy en especial, una reforma de las leyes y la situación migratoria.
De acuerdo con un anuncio hecho el lunes, los secretarios nombrados son Tony Blinken en el Departamento de Estado, Alejandro Mayorkas en el de Seguridad Nacional, así como Avril Haines como directora Nacional de Inteligencia, Jake Sullivan como Consejero de Seguridad Nacional, y Linda Thomas-Greenfield como embajadora ante Naciones Unidas –puesto que queda reincorporado al gabinete–.
El sexto es el exsenador, excandidato presidencial y exsecretario de Estado John Kerry, como "zar climático" y señal de la prominencia que ese tema va a tener en las prioridades del gobierno de Biden.
Los cinco primeros son viejos conocidos entre sí: Blinken inició su carrera en política exterior en el Departamento de Estado y los últimos 25 años fue principal consejero del entonces senador Biden en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, lo acompañó como su asesor de Seguridad Nacional del vicepresidente, que Sullivan asumió cuando Blinken fue nombrado Secretario de Estado adjunto los dos últimos años del gobierno de Barack Obama.
El cubano-estadounidense Mayorkas fue secretario adjunto del Departamento de Seguridad Nacional y como tal supervisó tanto la política de expulsión de indocumentados como la ejecución de la ley DACA, de alivio a "soñadores".
Blinken es conocido como partidario de las alianzas porque, tal como lo planteó en una intervención en el Hudson Institute, ninguno de los grandes problemas que enfrenta el mundo, de la pandemia por COVID-19, al cambio climático o la proliferación de armas, tiene soluciones unilaterales.
En ese marco, buscará restablecer vínculos con aliados en Europa y Asia, afectados por las posturas adoptadas por el régimen Trump y tal vez promover un vínculo entre las áreas del Pacífico y del Atlántico para contrarrestar a China y su recién creada Asociación Regional y la iniciativa de la nueva ruta de la Seda.
The New York Times describió a Blinken como un centrista con un dejo de intervencionismo que ha advertido respecto a las similitudes del mundo actual con la década de los 1930s y considera también que se debe cambiar la política migratoria de Trump y ayudar a los países del triángulo norte de Centroamérica para disuadir a sus habitantes de emigrar hacia los Estados Unidos.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
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