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Las elecciones en Estados Unidos y su impacto en México

En un mediano y largo plazo, se podría esperar una moderación en la retórica y en las acciones contra los migrantes

OPINIÓN

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Cristal Pelayo/Colaborador/Opinión El Heraldo de México: Especial Créditos: Foto: Especial

Cada cuatro años en México se discute y analiza cuál será el resultado electoral de Estados Unidos que más conviene a nuestro país. Por un lado, hay analistas que convergen en que el hecho de que los gobiernos Republicanos tradicionalmente han tenido una visión más intervencionista y conservadora en el pasado, haciendo pensar que los presidentes emanados de ese partido aplicarán políticas negativas para nuestro país. Generando la falsa creencia de que, por el contrario, un presidente demócrata resulta más benéfico para nuestro país.

El pasado martes 3 de noviembre de 2020, los ciudadanos estadounidenses salieron a votar para que de manera indirecta pudieran elegir a su próximo presidente para el periodo 2021-2025. Definiendo si el actual mandatario republicano, Donald Trump podría reelegirse o si el ex vicepresidente demócrata Joe Biden se convertiría en el próximo gobernante del país vecino.

Con todos los ojos del planeta puestos en los resultados de dichas elecciones ¿Por qué le debe de importar a nuestro país la elección presidencial de la nación vecina en el norte? Simple y sencillamente porque es la relación bilateral más importante que tiene México en términos comerciales, económicos, políticos, de migración y de seguridad.

Es importante señalar, que días después de celebrarse las elecciones presidenciales y de acuerdo con los datos publicados por The Associated Press, ha resultado vencedor el candidato demócrata Joe Biden. Entonces ¿Qué puede esperar México con la victoria de Joe Biden?

En el escenario que se nos presenta, donde se consagra la victoria del partido demócrata, seguramente el triunfo no tenga efectos inmediatos en nuestro país.

Sin embargo, en un mediano y largo plazo, en México se podría esperar una moderación en la retórica y en las acciones contra los migrantes en Estados Unidos, poniendo fin a las redadas a escuelas, iglesias, hospitales y centros de trabajo; y deteniendo la separación de las familias migrantes, algo que ha caracterizado a la administración de Trump. No obstante, no debemos hacer a un lado el hecho de que los demócratas también saben deportar migrantes, y de facto el Gobierno de Barack Obama deportó un mayor número de migrantes que el de Donald Trump. Sin embargo, tendremos un respiro transitorio ante el compromiso demócrata de encontrar una vía de regularización para los denominados dreamers, pudiendo tener acceso a Estados Unidos y hacia la ciudadanía.

El gobierno de Biden también podría pedirle a México tener una postura con mayor firmeza en temas como el medio ambiente, los derechos humanos, la democracia, el estado de derecho, la seguridad y la lucha contra el narcotráfico pidiendo que se siga con la política de decomisos, descabezamiento de carteles y extradiciones de los capos.

Y por último debemos esperar que el T-MEC siga en pie, con un enfoque en las propuestas ambientales de conformidad a que el presidente electo se ha comprometido a invertir más en las llamadas energías limpias, por lo cual podemos esperar que haya una presión para intensificar el uso de las llamadas energías alternativas sobre las tradicionales, y la apertura a inversiones públicas y privadas en este rubro. De igual forma podemos esperar que existan exigencias para cumplir puntualmente con la inspección laboral y sindical, dado el compromiso demócrata con las asociaciones obreras norteamericanas.

POR CRISTAL PELAYO 

@PELAYO_CRISTAL

DIRECTORA DE PLANEACIÓN Y TRABAJO LEGISLATIVO DEL SENADO DE LA REPÚBLICA