COLUMNA INVITADA

¡Aprovechemos el bono!

Tener más posibles trabajadores y menos dependientes se considera como una oportunidad para el crecimiento económico

OPINIÓN

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Circe Camacho / Columnista Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Durante años se dijo que México era un país de jóvenes. Se hablaba del bono demográfico, un término para explicar que la población en edad de trabajar (entre 15 y 64 años) era mayor que los dependientes (niñas, niños y adolescentes menores de 15 años, y adultos de 65 años o más).

Tener más posibles trabajadores y menos dependientes se considera como una oportunidad para el crecimiento económico, pero faltó una correcta administración de tal bono desde la década de los 80 del siglo pasado.

El neoliberalismo empezó el desmantelamiento del Estado por esas mismas fechas, y de eso hemos escuchado muchos ejemplos. El remate de las empresas estatales incluyó la creación de un sistema que facilitara ganancias rápidas vía explotación laboral y de todo recurso posible; impunidad incluida.

De lo que no escuchamos, porque no se hizo, fue del impulso a la educación, a la ciencia, a la tecnología y al desarrollo humano del bono demográfico que nació hace 40 años. Tampoco nos enteramos de inversiones en infraestructura o en capital humano que permitiese crear mejores empleos y facilitar su éxito laboral y personal.

El resultado es tan terrible como absurdo: los gobiernos neoliberales generaron jóvenes dependientes.

Jóvenes sin educación, servicios de salud ni condiciones para el ejercicio de su vida sexual o su acceso a sus derechos a la cultura y el esparcimiento. Jóvenes amenazados por la deserción escolar y los embarazos adolescentes. Sin oportunidades reales para cambiar su situación con el fruto de su esfuerzo y trabajo, pese a la incorporación de las mujeres a la vida laboral.

En el mejor de los casos, las y los jóvenes mexicanos podemos aspirar a una cruel y terrible transición a la vida adulta, con trabajos informales o en el subempleo, y una vivienda precaria, si bien nos va.

Es tan absurdo como el hecho de que no se invirtió, pero sí se gastó. Hoy cada una de las y los mexicanos debemos 94 mil 198 pesos, por concepto de deuda pública. Y todo a cambio de sólo 33 multimillonarios en la edición 2020 de la popular lista de “billionaires”. ¿Qué importa que la tasa de pobreza alcance a seis de cada 10 personas que habitamos este país?

De acuerdo con las proyecciones, en 2030 seis de cada 10 mexicanos tendrá edad para poder formar parte de la fuerza laboral nacional. Para 2050, el porcentaje bajará a 58 puntos.

Hoy por fin se están tomando acciones, como programas de capacitación y apoyo para niñas, niños y jóvenes, pero un verdadero cambio exige el compromiso de todas y todos, y en ese sentido, la organización social tiene mucho que enseñarnos.

Aún estamos a tiempo de aprovechar lo que nos queda del bono demográfico. Este país tiene una deuda histórica y social con las niñas, niños y jóvenes, que debe saldar para garantizar un mejor futuro para todas y todos.

Por CIRCE CAMACHO BASTIDA.
Coordinadora del Partido del Trabajo en el Congreso de la Ciudad de México
@CamachoCirce