COLUMNA INVITADA

Coahuila, elección huérfana

Es difícil explicar a los ciudadanos con los que se dialoga en la puerta de su casa, las características del puesto por el que se compite

OPINIÓN

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Cecilia Romero / Opinión El Heraldo de México / Columna InvitadaCréditos: Especial

Las campañas electorales en México se han caracterizado por una competencia de promesas y una larga lista de dádivas por parte de los candidatos.  Por parte de los electores no importa el puesto por el que se compita, todos expresan las mismas peticiones y exigencias:  baches, drenaje, seguridad, transporte, limpia…, y la misma respuesta:  vota por mí y te lo arreglaré.

Esto constituye un gran problema para la cultura democrática del país.  Por una parte, es difícil explicar a los ciudadanos con los que se dialoga en la puerta de su casa, las características del puesto por el que se compite. Por otra, a los vecinos de un barrio que ha padecido falta de agua por largos meses, no les interesa saber si el candidato que toca a su puerta pretenda modificaciones al marco legal, quieren ver solucionado su problema. 

Los candidatos hacen campaña en busca del voto ciudadano. Para eso ofrecen una despensa - o un cubrebocas en tiempos de pandemia - acompañado, eso sí, por el respectivo volante con su foto, su propuesta, y sus redes sociales. ¿Cuántos ciudadanos ingresarán al Facebook o Twitter del candidato que los visitó para conocer más sobre él?  Seguramente muy pocos, ya recibieron su despensa…

La falta de conocimiento sobre las tareas que deben desempeñar los funcionarios públicos lleva a graves distorsiones.  Los diputados tapando baches, los alcaldes modificando leyes, los regidores organizando marchas.  No cabe duda que es imperativo llevar a cabo una gran campaña cívica para que todos conozcamos el papel que deben jugar los que resulten electos en los procesos electorales:  quien debe tapar los baches, quien modificar leyes, quien coordinar a los grupos ciudadanos.   

El próximo domingo 18, los ciudadanos de Coahuila e Hidalgo están convocados a las urnas. En Hidalgo elegirán alcaldes, y en Coahuila diputados locales.  En este último se vive con mayor intensidad esta distorsión sobre el quehacer de quienes van a ser elegidos, ya que la función del diputado local es poco conocida.  Muchos coahuilenses no saben que habrá elecciones.  Los que saben, no entienden qué beneficio les representan los diputados locales. Los que sí entienden, no consideran que deban llevarse a cabo elecciones para renovar Congreso local ahora, en vísperas de elecciones generales.

El caso es que la jornada electoral del próximo domingo 18 de octubre será huérfana por donde se le vea.  Ha habido elecciones prácticamente todos los años, algunas concurrentes con alcaldías, otras con gubernatura.  La elección de diputados locales de 2008 tuvo una participación del 40.1% del electorado, la de 2014, de 39.6%.  ¿qué pasará en 2020, con pandemia de por medio?

¿Por qué sigue sin acoplarse el calendario electoral coahuilense con las elecciones locales y federales?  ¿Será esa una razón por la que Coahuila es uno de los estados donde no ha habido alternancia en el gobierno estatal?

 

POR CECILIA ROMERO

COLABORADORA

@CECILIAROMEROC