La mañana de este miércoles 6 de marzo, un grupo de manifestantes, integrado por los padres de los 43 normalistas desaparecidos y compañeros de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa "Isidro Burgos", protestaron frente a Palacio Nacional, ocasionando diferentes daños a la fachada.
Entre vidrios rotos, pintas, grito de consignas y daños a la puerta principal del edificio, los guerrerenses expresaron su inconformidad relacionada a la falta de avances en el caso de los 43 de Ayotzinapa y, en consecuencia, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que que están siendo manipulados.
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De acuerdo con lo referido por el presidente López Obrador, los manifestantes escalaron sus protestas por ser manipulados por instituciones como el Centro Prodh o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), adscrita a la Organización de Estados Americanos (OEA).
Al respecto, el Centro Prodh realizó tres aseveraciones, las cuales hacen hincapié en que no existe esa manipulación, lamentan la escalada de violencia durante las protestas e instan a buscar el diálogo entre las víctimas colaterales con las autoridades.
"Padres y madres no están "manipulados" ni por el Centro Prodh, ni por la CIDH, tienen agencia sobre su proceso. Lamentamos que la protesta de algunos jóvenes haya escalado a acciones que no compartimos"
En el mensaje que emitieron por redes sociales urgieron a restablecer el diálogo supervisado por instancias internacionales de Derechos Humanos.
Asimismo el centro sostiene que esta manifestación es producto de la negativa militar a entregar documentos, la ausencia de reuniones en meses con el presidente, el "intento gubernamental de dividir familias", la caída de la interlocución por relevo a responsables del caso y la presunta indiferencia frente a plantón de los padres.
Avances en el diálogo
Después de la irrupción, Vidulfo Rosales, vocero y representante legal de los Padres de los 43 normalistas, pudo entregar un documento al presidente en el que se pactó un diálogo dentro de dos semanas, por lo que decidieron levantar el campamento que tienen en la plancha del Zócalo capitalino para regresarse a Guerrero.
Sin embargo, advirtieron que, de no tener una respuesta favorable en relación al caso por parte del jefe del Ejecutivo Federal, regresarán para instalarse en el Zócalo y quedarse ahí hasta que terminen las vacaciones de Semana Santa.
Y es que en 2024 se cumplirán 10 años de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa. Tiempo en el que han transcurrido dos administraciones federales y los avances no terminan de convencer a los deudos, pues ya son muchas las ocasiones en las que se detectan irregularidades en la investigación.
Inicialmente, se trató de la llamada “verdad histórica” de Peña Nieto, quien afirmó que los estudiantes fueron secuestrados por Guerreros Unidos (grupo criminal de Guerrero) en Iguala, Guerrero, para después ser asesinados y calcinados en el basurero de Cocula. Para que, finalmente, las cenizas sean tiradas en un río.
Y ahora se topan con opacidad por parte de las autoridades de la Defensa Nacional para rendir cuentas sobre la probable participación de algunos elementos del Ejército en dicho acto, por lo que los padres han manifestado su hartazgo mucha veces.