A un año del triunfo electoral de Américo Villarreal Anaya como gobernador de Tamaulipas reiteró su compromiso de desterrar la corrupción de la administración pública estatal y exhortó a señalar al mal funcionario que la practique, porque un individuo así, no puede permanecer en este equipo.
Apuntó que hoy se tiene la gran oportunidad de participar en esta coyuntura de transformación, formando parte de un gobierno distinto, destinado a hacer historia.
Insistió en permanecer atentos para desterrar la corrupción y señalar al mal funcionario que la practique, porque un individuo así, no puede permanecer en este equipo de gobierno.
En su discurso, en la ceremonia de Honores a la Bandera, mencionó que la ambición desmedida y la adicción al dinero ha colocado a la corrupción entre los males más dañinos, es como una droga que además de peligrosa y adictiva, seduce con falsos espejismos.
Sus consecuencias son graves, ya lo hemos visto y padecido; porque la corrupción afecta a todos. Nos daña a todos y debilita la respuesta que el pueblo espera de las instituciones, que nos dieron en custodia, sostuvo.
Villarreal Anaya, recordó las condiciones en las cuales se dio el triunfo de Morena ganando el gobierno del estado “resistiendo las peores argucias de la mapachería electoral. Superando toda clase de prácticas mafiosas, por parte de aquellos que se creían dueños de Tamaulipas y traicionaron al pueblo”.
No debemos olvidar, que enfrentamos y vencimos una elección de estado. Padecimos una guerra sucia, jamás vista en la historia política de Tamaulipas, subrayó.
A la vez externo que hoy, la esperanza permanece viva, fuerte, porque la transformación está en marcha y llegó para quedarse.
Nos une, un nuevo pacto social, que se ha convertido en un gran acuerdo y somos una sociedad más colaborativa, reiteró.
Puntualizó que la defensa de la democracia electoral, hizo prosperar y madurar una democracia participativa, y las decisiones del gobierno reflejan ya el interés general.