El presidente Andrés Manuel López Obrador adelantó que van por la creación de un consejo encargado de defender los derechos humanos de los migrantes en su paso por México y como primer integrante designó al sacerdote católico Alejandro Solalinde Guerra; además, reveló que preparan una reforma interna a la operación del Instituto Nacional de Migración (INM).
En la mañanera, aseguró que ambos proyectos los comenzaron a preparar antes del incendio del lunes 27 de marzo en un centro migratorio en Ciudad Juárez, Chihuahua, en el que murieron 39 personas.
Esa tragedia, confesó, es uno de los dos eventos “más duros”, que lo han dañado anímicamente durante su sexenio. El primero es la explosión en Tlahuelilpan de 2019 que dejó 137 fallecidos.
“Hace 10 días, una semana, hasta les puedo dar el día y la hora, me reuní con el padre Solalinde y tratamos el tema, antes de la desgracia... y le dije: Aunque tú no puedes legalmente, sí de manera honoraria, que estés”, dijo.
Justificó que “si hay alguien que ha defendido a los migrantes de manera sincera, con sus albergues y todo, es el padre Solalinde”.
Sin más detalle, expuso que el consejo estará conformado por ciudadanos externos al gobierno federal e iniciará funciones “cuando se tenga a todos los integrantes”.
Sobre la reforma al INM, no dio detalles, pero dijo que ya está en marcha, “lo que pasa es que nos agarró esta situación (del incendio), pero estábamos en eso”.
Más tarde, al grito de “justicia, justicia, justicia”, un grupo de migrantes de países del centro y sur de América interceptaron ayer en Ciudad Juárez el vehículo del presidente López Obrador, cuando salía de una reunión con Servidores de la Nación en el Colegio de Bachilleres.
“Que se baje, que se baje (de la camioneta)”, le exigían al mandatario.
—¿Va a atender a los migrantes? —se le preguntó.
“Sí, sí. A eso vengo, a eso vengo”, contestó. Sin embargo, no bajó a dialogar con ellos.
Iván E. Saldaña y Paris Salazar
MAAZ
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