Ante un país con más de 113 mil personas desaparecidas, decenas de grupos de madres buscadoras se han ido extendiendo de norte a sur para encontrar a sus seres amados. Pero, ¿qué pasa cuando son las hijas quienes tienen que buscar a sus madres? Esta es la historia de Maya, una joven del estado de Nuevo León que por tres largos años no sólo ha tenido que a buscar su mamá, también ha tenido que aprender a vivir sin ella.
Y es que Maya Alejandra Hernández Álvarez se ha dedicado a exigir justicia y la aparición de su mamá, una mujer de nombre Griselda Mayela Álvarez Rodríguez que desapareció hace más de tres años en Monterrey, Nuevo León, un estado que hasta el 8 de octubre de 2023, registra un total de 6 mil 525 personas desaparecidas y no localizadas, según cifras oficiales.
"Le diría que la amo mucho, que no dejo de buscarla y que no me voy a detener hasta tener justicia y saber en dónde está", expresó Maya en entrevista para El Heraldo.
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¿Cuándo se vio por última vez a Mayela Álvarez?
El martes 11 de agosto de 2020, Griselda Mayela regresaba a Monterrey después de un viaje que tuvo con sus hijos. No obstante, esa fecha marcó sus vidas para siempre. Lo que ocurrió fue que tras salir del Aeropuerto, la mujer tomó un Uber para dirigirse a su trabajo en el Centro de Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas), pero no se supo más de ella.
La última vez que Maya se comunicó con su mamá fue la tarde de ese día por medio de una llamada telefónica como las que tenían de costumbre. Ese fue el último encuentro entre ambas debido a que con el paso del tiempo, no hubo respuesta por parte de la madre de familia.
"A la mañana siguiente fue cuando nos dimos cuenta que no había llegado a casa. Intentamos tener comunicación con ella de nuevo y fue totalmente negativa", expresó Maya.
Luego de que varias de las amigas de Mayela se comunicaron con Maya para saber si sabía algo de la mujer, fue cuando decidieron interponer la denuncia correspondiente por el delito de desaparición. Desde entonces han pasado más de tres años de total incertidumbre y de "más bajas que altas".
Y es que aunque la espera ha sido larga, hasta la actualidad el único indicio de Griselda Mayela es el hallazgo de su cartera. El accesorio de la madre de la joven fue encontrado meses después del día de la desaparición en el Río Pesquería. Pero, eso es todo, no hay ninguna pista más.
"No contamos con ninguna línea de investigación, realmente no hay avances significativos. Ninguna persona identificada, ni detenida, ni nada", relató la joven a El Heraldo Digital.
Lo que implica que desaparezcan a tu madre
Desde aquel 11 de agosto de 2020, la vida de Maya Alejandra dio un giro de 360 grados. Sobre todo, porque su madre, Griselda Mayela, era uno de los principales motores para ella, su hermano menor y su abuela. Desde que la mujer desapareció tuvieron que enfrentarse a toda una serie de complicaciones económicas, tareas de cuidados y por supuesto, personales y emocionales.
"El principal reto ha sido aprender a vivir sin mi mamá, mi pilar principal de vida", expresó Maya.
Lamentablemente, sumado a todo lo que implica que tu madre ya no esté en casa, se encuentran todas las barreras que la burocracia de las autoridades imponen al momento de que se reporta una persona desaparecida. Estas barreras se hacen más altas cuando quien encabeza las tareas de búsqueda y de investigación es una persona joven como Maya.
Y es que aunque en México hay más de 100 mil personas desaparecidas, en todo su camino, la joven no se ha encontrado con otras personas de su edad que estén en la misma situación. Aún así, está dispuesta a seguir en la lucha porque independientemente de a quien se esté buscando, "todas son personas que tienen que regresar a casa".
La desaparición que cambió radicalmente la vida de Maya
Maya Alejandra Hernández Álvarez es más "que la hija de una mujer desaparecida". A sus 20 años de edad es estudiante de Psicología Clínica y una gran deportista de alto rendimiento en su universidad. Es hermana de un adolescente de 15 años y ha tenido que continuar con su vida aún sin uno de los pilares que le daban sentido todos los días.
Aunque la desaparición de Griselda Mayela la obligó a cambiar sus actividades ordinarias en la escuela, con su familia y amigos, Maya ha tenido que aprender a vivir sin su mamá e incluso a sobrellevar la revictimización que enfrenta. Sin embargo, está 100% convencida de que todos debemos alzar la voz para visibilizar que hay gente que sigue sin regresar a su hogar.
"Realmente espero que jamás vivan una situación como esta, pero que se den cuenta de que existe y que debemos alzar la voz para que haya un cambio", finalizó Maya en entrevista para El Heraldo Digital.
