Miembros de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano patrullan carreteras y poblaciones de la región Sierra Mariscal de Chiapas, debido a los constantes hechos de violencia que se han registrado desde finales de 2022. La vigilancia militar comienza desde la carretera que lleva del municipio de Huixtla, aún en la región Soconusco, hasta Motozintla, en la cabecera distrital de la zona serrana, donde los uniformados realizan recorridos para asistir a automovilistas y acudir al llamado en caso de un hecho que genere inseguridad.
Los operativos de control y seguridad se han dado también en colaboración con soldados guatemaltecos, en aquellas zonas limítrofes entre ambos países, principalmente en La Trinitaria, donde imperan delitos como el tráfico de gasolinas y personas.
Las tareas de vigilancia se extienden a municipios como Frontera Comalapa, Ciudad Cuauhtémoc, Comitán, El Triunfo, Mazapa de Madero, La Trinitaria y muchas comunidades enclavadas en la montaña. Los soldados se han posicionado en paraderos y zonas donde hay poca comunicación, para poder auxiliar a la población en caso de alguna emergencia que ponga en riesgo la seguridad de familias.
Son más de 59 kilómetros los que patrullan las fuerzas federales, incluso en cada uno de los municipios que conforman esta región existen bases de operaciones militares, para mantener estricto control y comunicación entre una localidad y otra. La Sierra de Chiapas ha sido en últimos meses escenario de enfrentamientos entre grupos criminales y también bloqueos carreteros por situaciones relacionadas con inseguridad e inconformidades de parte de lugareños.
El despliegue de militares también se orienta a evitar que existan más cierres viales que desquicien por completo la única ruta que conecta al sur de la entidad con la Sierra.
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