Antropología y fotografía forense, derechos humanos para mujeres, niños y adolescentes, violencia de género e intrafamiliar, psicología, además de técnicas para facilitar las labores de búsqueda son algunas de las materias que las madres buscadoras del país han aprendido para hallar a sus hijos y familiares desaparecidos, o como ellas les llaman, “sus tesoros”.
Organizaciones civiles nacionales e internacionales brindan cursos en éstas y otras áreas para capacitarlas y que puedan hacer mejor su labor.
Cuando surgieron los grupos de rastreadoras, llevaban a cabo su labor de forma empírica; ninguna autoridad les brindó ningún apoyo y, a la fecha, tampoco lo reciben de los tres niveles de gobierno.
Entre las primeras técnicas que compartieron los colectivos está el “varillado”: la introducción de una vara metálica de uno o dos metros en un terreno, para percibir algún aroma del subsuelo en el que se sospecha de que hay un cadáver.
Ahora, talleres y foros en que han participado les permiten identificar mejor los restos humanos.
“Ese de antropología que nos dieron aquí en Los Mochis, nos sirvió de mucho, porque podemos nosotros identificar mejor la osamenta. No somos unas expertas, pero cuando han estado expuestos y que los encontramos y que están en el monte, por cuestiones de los animales que luego se los llevan de un lado a otro, sí nos ha tocado, pues tratar de armar ese rompecabezas, desgraciadamente, que encontramos, y nos han servido mucho esos cursos”, afirmó Esther Preciado, integrante de Las Rastreadoras de El Fuerte, en Sinaloa.
Lucia de los Ángeles Díaz Genao, fundadora del colectivo Solecito de Veracruz, recordó que, en 2015, cuando comenzaron a planear el tema de las búsquedas, además de comprar herramientas, tomaron un curso con el Equipo Mexicano de Antropología Forense.
“Específicamente para el manejo de cuerpos y la exploración, todos esos detalles los vimos con ese equipo mexicano. Y en otras ocasiones, con otro tipo de expertos, hemos tenido cursos y talleres para poder aprender a hacer búsquedas”, precisó.
Sin embargo, consideran que es necesario ampliar este aprendizaje, no sólo para las víctimas de desapariciones.
“La población general de México necesita preparación, conocer sus derechos, conocer las obligaciones de las autoridades. La ciudadanía necesita saber que tiene el derecho de vivir en un Estado donde haya rendición de cuentas de las autoridades”, puntualizó Díaz Genao.
Además, esperan que pronto los cursos duren más allá de unos días y alcancen un reconocimiento similar al de un diplomado.
“Se hizo esa petición para que gente especializada nos siga dando esos cursos. No porque ya nos lo dieron una vez, ya sabemos, creo que necesitamos seguir aprendiendo”, señaló Esther Preciado, cuya hija, Rosa, de 15 años, la rastreadora más joven, porque comenzó a buscar a su papá, Bladimir Castro Flores, desde los seis años, a raíz de los cursos, está interesada en estudiar fotografía forense.
DATOS
- Hay colectivos que cuentan con radares para detectar sitios en que hay fosas.
- Aunque no en todos los terrenos funcionan, si son una forma científica de hacer búsquedas.
- La mayoría de quienes integran los colectivos de búsqueda del país son mujeres.
- Son amas de casa, profesionistas; madres solteras, casadas, divorciadas; mujeres jóvenes y abuelas.
- Casi 400 cuerpos ha localizado el colectivo Solecito en Veracruz.
- De ellos, 40 han sido identificados y devueltos a sus familiares.
- Las Rastreadoras tienen cerca de dos mil denuncias, cuyas fechas de desaparición se remontan a 2009.
- En Sinaloa, Las Rastreadoras han logrado devolver a su hogar 400 cuerpos.
- Con las madres de El Fuerte se hizo un recetario con el platillo favorito de su desaparecido.
- Lo obtenido con el libro, les permitió comprar la actual sede del colectivo.
NÚMEROS
- 15 años tiene el desaparecido con más tiempo del colectivo Solecito.
- 104 mil 404 personas desaparecidas y no localizadas en México.
FRASES
“Son grupos que se acercan y nos hacen las invitaciones para participar, nos invitan a algún curso. Incluso ha venido gente de otros países a darnos cursos”, Esther Preciado, Rastreadora de El Fuerte.
“No solamente a nosotras, eso nos llama a todos. Cuánta gente no tiene problemas legales, que lo asaltan. Todo mundo tiene que aprender lo básico de una defensa”, Lucía de los Ángeles Díaz Genao, Fundadora colectivo Solecito.
CAR