Hace 12 años en la zona de Topilejo, en ese entonces delegación Tlalpan, al sur del Distrito Federal, ahora Ciudad de México, comenzaba a reinar la violencia por parte de varios grupos criminales contra pobladores y en busca de dominar los recursos naturales de la zona, además de controlar el tráfico y venta de drogas en la capital.
La balacera que cimbró este martes 12 de julio de 2022 a vecinos de Topilejo, conductores, varados a la altura del kilómetro 28 de la carretera México-Cuernavaca, y a policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), no fue una casualidad. Hace unos días en el bajopuente de Prolongación Avenida Río Mixcoac, en la colonia Actipan, de la alcaldía Benito Juárez, agentes de la Policía Bancaria e Industrial (PBI) reportaron una camioneta, con placas del Estado de México, abandonada sobre la vialidad.
El vehículo, con el motor en marcha, un orificio de bala en uno de sus cristales, y a un metro de distancia, aproximadamente, un casquillo percutido, fue decomisado y trasladado a la agencia del Ministerio Público de esa demarcación. Durante la revisión, agentes ministeriales hallaron en un doble fondo 32 paquetes rellenos con un polvo blanco, con características propias de la cocaína. Reporteros especializados en cárteles de las drogas publicaron hoy que ese narcótico pertenecía a gente de Ovidio Guzmán, alias los “Chapitos”, del Cártel de Sinaloa. Gracias a este hallazgo, agentes de la SSC dieron con la guarida, de los ahora detenidos en la zona de Topilejo, tras un enfrentamiento en la carretera México-Cuernavaca.
Narcofosas del niño sicario "El Ponchis" en Topilejo
En 2010, ya casi al final del sexenio de Felipe Calderón, el caso que impactó a la opinión pública fue el de Égdar “N”, alias “El Ponchis”. Este joven de 14 años, en ese tiempo, y quien junto a sus hermanas, conocidas como “Las Chabelas”, horrorizaron la zona de Topilejo. El grupo controlaba en esa región varias casas de seguridad del Cártel del Pacífico Sur (CPS) y se especializaba en secuestrar, torturar, ejecutar y desaparecer a comerciantes locales, empresarios y rivales de otros grupos criminales.
Fue hasta que en diciembre de 2010, elementos del Ejército Mexicano ubicaron una narcofosa en el kilómetro 37+500 de la autopista México-Cuernavaca, casi a la altura del poblado de Topilejo, donde sicarios del Cártel de Pacífico enterraron a sus víctimas.
La movilización militar a la zona de Topilejo se dio gracias a una denuncia ciudadana, cuando los soldados fueron agredidos en la colonia Vicente Guerrero tras acudir a un reporte de personas armadas en la zona, al llegar, fueron atacados a balazos. Minutos después del enfrentamiento lograron detener a tres personas. Tras la detención, los criminales revelaron que tenían una persona secuestrada en el número 58 de la calle 32 de Flores Magón y posteriormente la ubicación de una narcofosa donde fueron encontrados tres cuerpos. Al momento de su detención, “El Ponchis” confesó participar en la tortura y asesinato de esas personas y reveló que el grupo de sicarios obedecía las órdenes de Jesús Radilla Hernández, alias “El Negro”. Además, aseguró que eran protegidos por policías municipales de Jiutepec en Cuernavaca, Morelos.
“El Ponchis” fue condenado a tres años de prisión acusado por cuatro homicidios dolosos, tres secuestros y narcotráfico, como integrante del Cártel del Pacífico Sur, además de portación de arma de uso exclusivo del Ejército y posesión de marihuana y cocaína. Además de pagar 4.5 millones de pesos para resarcir del daño a los familiares de las víctimas, será revisada posteriormente por otro juez. En la actualidad, “El Ponchis” tendría 26 años de edad. Lo último que se tiene registro es que al cumplir su condena regresó a vivir con su madre en la ciudad de San Diego, Estados Unidos, y entró a un programa especial de testigos protegidos en esa nación.
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