Pobladores del municipio de Zitlala, en Guerrero, celebraron como cada año su emblemática Pelea de Xochimilcas.
Con esta tradición, que data de 1480, los hombres de esta localidad indígena recuerdan el triunfo que tuvieron contra pueblos enemigos que irrumpían en Zitlala para raptar a sus mujeres y robar pertenencias de valor.
La estrategia que utilizaron para ganar esas batallas fue muy peculiar: se disfrazaron de mujeres para enfrentarse a golpes a sus agresores. Esta es la razón por la que actualmente quienes participan en la Pelea de Xochimilcas deben usar una falda larga conocida como nahua.
El intercambio de golpes es a puño limpio y no hay restricciones de edad. Participan desde niños de 10 años hasta adultos mayores. Las peleas no tienen límite de tiempo y concluyen cuando uno de los contendientes se rinde.
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De acuerdo con los participantes, pueden ocurrir entre 100 y 150 peleas en una tarde y hay hombres que pueden pelear hasta en seis ocasiones.
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