La pandemia se llevó durante dos años la celebración de uno de los concursos más importantes de la zona centro de Oaxaca, pero las vacunas, la contingencia sanitaria y el uso de cubrebocas lograron que finalmente volviera a estas tierras la Noche de Rábanos, durante el pasado viernes.
Con navajas, cuchillos y cualquier herramienta que permita un corte fino, los artesanos locales que participan en este certamen tallan diversas figuras para darles formas de personas, animales u objetos par deleitar a los visitantes de este punto.
Se cree que la primera vez que se llevó a cabo este festival fue en 1897. Desde entonces, los participantes buscan generalmente crear nacimientos o figuras representativas de la entidad por medio de su técnica.
La maestría de estas personas les permite crear articulaciones, formas y todo tipo de objetos de gran realismo, pese al tamaño que guardan sus obras.
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