Un año ha sido suficiente para que Valle de Bravo se haya posicionado como un municipio transformador; prueba de ello son las buenas prácticas, paridad e inclusión con las que hemos accedido a la mejora de nuestra gobernanza.
Por ello, priorizamos desde un inicio la erradicación de los prejuicios asociados al género y hoy tenemos un ayuntamiento en el que la fuerza laboral femenina en cargos directivos y ejecutivos ha resultado fértil para alcanzar el progreso y el bienestar de toda nuestra ciudadanía.
Prueba de ello son las políticas públicas que se han implementado para dar cobertura a las necesidades de los amplios sectores de nuestra población. Y es que, sin lugar a dudas, las mujeres hemos demostrado que nuestra voz, nuestras ideas y nuestras acciones son garantía de progreso, sobre todo en aspectos en los que es oportuno establecer alianzas fructíferas y desarrollar estrategias óptimas de
desarrollo.
Hoy quiero agradecer especialmente a la parte de mi gabinete en cuyos hombros se levanta una gran parte del bienestar de Valle de Bravo. Todas ellas han sido el equipo que a diario trabaja para engrandecer y mejorar las condiciones de vida de este municipio que se honra en presidir una mujer.
De igual modo, exhorto a todas las mujeres que hoy se han dado cita en este evento para que sigamos sumando esfuerzos y dando certeza a los compromisos, logros y metas de las que hoy se compone la estructura política y social del mundo en que vivimos. Y es que con total convicción puedo afirmar que al frente de un gobierno exitoso siempre habrá una mujer íntegra.