No debe considerarse un arte

"Normaliza la violencia": fuerte respuesta de activistas a los promotores de las corridas de toros

La doctora Beatriz Vanda Cantón aseguró a El Heraldo Digital que la tauromaquia es una forma de normalizar la violencia como una "necesidad" de entretenimiento humano

"Normaliza la violencia": fuerte respuesta de activistas a los promotores de las corridas de toros
"No es una causa fanática, no es una causa animalista; es una lucha por la justicia y por el respeto a la vida y al bienestar de todos", dijo la doctora Beatriz Vanda Cantón al defender su lucha en contra de esta y otras prácticas en las que se usa la vida de los animales como un espectáculo.  Foto: Cuartoscuro

Los derechos de los animales han cobrado mucha importancia a nivel mundial y con ello se habla no sólo de los que están en casa con nosotros, sino también a los que están destinados a la industria alimenticia e incluso al entretenimiento; en este último grupo entran los toros de lidia que son utilizados principalmente para la tauromaquia. Dicha actividad despierta el debate y la controversia, especialmente entre sus defensores y los activistas en contra de ella, quienes a diferencia de los taurinos no ven ni arte ni cultura en ella, sino una forma más de propagar la violencia hacia otras especies

Aunque estas dos vertientes de ver a la tauromaquia como arte o como violencia animal tienen muchas vertientes qué analizar, El Heraldo Digital conversó con la doctora y académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Beatriz Vanda Cantón, sobre la importancia de ponerle un fin a esta actividad. De acuerdo con la doctora, hay muchas aspectos a tomar en cuenta y es que aunque los taurios suelen defender su pasión por las corridas afirmando que los toros no sienten dolor, algo que no tiene sustento científico, y por lo que se considera como una forma de torturarlos ante una audiencia que aplaude el acto. 

Los sentimientos que experimenta el toro de lidia en la plaza son miedo, ansiedad, frustración y sufrimiento. (Foto: Cuartoscuro)

La tauromaquia, una forma de continuar con la violencia

En su conversación con este medio, la doctora en Bioética por la UNAM explicó que esta práctica es una forma de normalizar la violencia en la que "además de lo perverso, es disfrazarlo de arte. Es no ver lo que realmente está pasando", dijo. Sin embargo, afirma que no es la única, pues también hay aficionados a peleas de gallos en los palenques en donde "la perversidad está detrás de ese sufrimiento de los animales y a veces el objetivo es acabar con sus vidas"

"(La tauromaquia) es una forma de normalizar la violencia, de normalizar la apropiación de los cuerpos de otros, de la vida de otros para disfrute de terceros", señaló. 

Y es que según explicó la médica, maestra y doctora veterinaria zootecnista, hay muchos procesos a los que se enfrenta el toro de lidia y que pueden resultarle estresantes y éstos no sólo incluyen cuando se encuentran frente a frente con el torero ni ante la audiencia, pues en su desarrollo también sufren por diversos factores. "Los sentimientos que va experimentando son miedo, por eso trata de huir; ansiedad y frustración, por eso patea el suelo, no lo patea por furia; sufrimiento porque no se adapta", explicó al recordar lo que se ve en las plazas y muchas veces es transmitido por televisión.  

Por supuesto, no es lo único que hay que tomar en cuenta, ya que en su crecimiento también se enfrentan a la soledad, pues se trata de una raza a la que le gusta estar en grupos de hasta 20 individuos, mientras que los destinados a la tauromaquia sólo están acompañados de otro ejemplar más. Asimismo, el no conocer la plaza a la hora del espectáculo es considerado como otro de los daños más importantes para estos animales, ya que "empieza con estrés". 

La pérdida de sangre los hace deshidratarse, además de las lesiones en músculos y nervios. (Foto: Cuartoscuro)

El estrés también se ve reflejado cuando aparecen los humanos, ya sea el torero o el picador, y es cuando el toro trata de escapar "y por eso se brinca la barrera". Posteriormente, y por lo que Vanda Cantón sostiene que se trata de una práctica que fomenta la violencia es que durante el espectáculo los van debilitando poco a poco y afectando sus músculos hasta que son incapaces de moverse.

Claro que esto es algo de lo que poco se habla e incluso se justifica con que los toros no sienten a pesar de lo que los estudios e investigaciones han demostrado. "Dan unas explicaciones (los taurinos) fuera de toda fisiología, o que porque les gusta que les salga sangre (a los toros) porque así ya pueden desquitar o liberar su bravura. Lo que hacen es irlo debilitando sobre todo en los músculos más fuertes que tienen, que son los de la espalda, cuello y brazos, y por eso la puya y las banderillas van en esa región". 

Además, el hecho de ir perdiendo sangre los va deshidratando y lesionando músculos y nervios, y con eso se les va causando parálisis de los brazos, se caen o empiezan a bajar la cabeza "y ya no la pueden levantar; y no es tanto porque estén cansados, sino porque es la lesión de los huesos del cuello. De esta manera el torero luce más porque parece que lo humilla cuando baja la cabeza; todo está planeado para que el torero luzca", precisó.  

Un argumento de los taurinos es que "los toros disfrutan" de este momento, afirmó la doctora. (Foto: Cuartoscuro)

Es importante destacar que la doctora no sólo es una experta en el tema, sino que también ha tenido acercamiento con lo empresarios, ganadero y taurinos para abrir nuevas alternativas para quienes se dicen "amantes de los toros", entre ellas destaca su propuesta para "hacer una exposición" como las que se implementaron con las aves de combate. 

"Otra cosa que también hemos hablado con algunos taurinos es por qué no cambian las reglas del juego. En España hay estas fiestas donde no hacen contacto con los toros y están loa hombres ahí en el ruedo y tratan de esquivar a los toros; que en realidad ese fue el origen de las corridas de toros. Pero ellos piensan en que si  no hay sangre y si no hay muertos el espectáculo perdería el chiste", dijo. 

¿Un doble discurso de los taurinos y del público?

Aunque muchas personas están a favor de los derechos de los animales, el tema suele causar mucho conflicto al tratar de entender que incluso en tradiciones o prácticas que son consideradas arte, la defensoría debe ser la misma y para aceptarlo mejor, la experta añade que se debe cuestionar qué es lo más importante, si un momento de disfrute o la vida e integridad del individuo. Pues esta última es una "necesidad vital" y el entretenimiento es una "necesidad secundaria" que se puede suplir por otra cosa. 

Lo anterior en el caso de los aficionados que gustan de ver el deporte; en cambio, para quienes lo organizan y practican podrían cuestionarse los argumentos que utilizan para defender prácticas como la tauromaquia, incluyendo aquellos que la consideran como parte de la cultura. Tan sólo en el caso de Nayarit, la Suprema Corte de Justicia de la Nación rechazó las facultades para declarar a la “fiesta taurina” y a las “peleas de gallos” como patrimonio cultural inmaterial.

Es por ello que la doctora Beatriz Vanda Cantón recordó algunos de los principales dichos de quienes defienden este tipo de violencia contra los toros y agregó la parte científica detrás de cada uno de ellos para desmentirlos o aclarar sus inconsistencias. 

Es igual que otros deportes como el box. De acuerdo con la médica veterinaria y doctora en bioética, no se puede ver en la tauromaquia u otro tipo de peleas con animales como un deporte, ya que "los humanos han sido entrenados, es un deporte, saben de qué se trata, hay un referí que no va a permitir que pongan en riesgo sus vidas, es de manera voluntaria y les pagan un buen dinero; no pueden equiparar las corridas de toros y otros espectáculos con animales con estos deportes de contacto", explicó.

Los toros no sienten. Por otro lado, explicó que esta es una idea muy común, pero que no cuenta con un sustento científico y además es discriminatorio hacia otras especies. Según explicó la experta, "taurinos que conozco están en contra de las peleas de perros o gallos", pero en el caso de los toros de lidia surgen discursos como "para eso están hechos" o falacias en las que su sintiencia se pone en duda, pese a la comprobación científica que afirma que pasan por dolor, estrés y sufrimiento, además de la pérdida de la esperanza. 

En junio activistas antitaurinos se manifestaron para exigir que se prohíba de forma definitiva la realización de corridas de toros. (Foto: Cuartoscuro)

Así fueron hechos. Siguiendo la idea anterior, Vanda Cantón recordó que en particular los toros de lidia "fueron seleccionados genéticamente; son una raza artificial y el humano los usa para eso, no es porque ese sea el fin de los toros, ese es el fin que les quieren dar a la raza de lidia". 

Se van a extinguir. En ese mismo sentido este curto argumento es uno de los más populares por los taurinos, pero la doctora de la UNAM asegura que "no es ninguna perdida porque es una raza artificial, no es fruto de la selección natural".

Los toros están en un estado de bienestar. En el mundo existe algo conocido como "las cinco libertades de los animales" y de acuerdo con la doctora, en el caso de los toros de lidia se cumplen en cierta parte. "Yo podría decir que las libertades se cumplen mientras el toro está en la ganadería. Que vive como rey, no, pero tiene una buena vida, sí porque vive mejor que el ganado que está destinado a producir leche o que se va a matar para consumir. Sobre ello especificó que esta raza está en libertad, interactúa con otros y están "bien tratados porque al ganadero le interesa tener un toro que llegue a una buena plaza y venderlo a un buen precio". 

"Pero ya cuando empieza el transporte, cuando son llevados a la plaza y son lidiados, ahí ya no se puede hablar de bienestar. Ellos (los ganadero) hacen una trampa verbal hablando del bienestar del toro de lidia, pues sí, mientras no es matado; nosotros no tenemos inconveniente en que los toros sean criados en las ganaderías y estén ahí ayudando al paisaje. El problema es el objetivo o la finalidad, que estos animales tendrán que morir de esta forma", destacó. 

Una manifestación de 2019 en el Monumento al Centenario de la Independencia contra las corridas de toros. (Foto: Cuartoscuro)

Son agresivos. Incluso en descripciones de Wikipedia se considera a esta raza como brava, algo sobre lo que la experta especifica que se ha construido toda una imagen, en especial cuando se les ve salir a la plaza. "Salen con la cabeza hacia arriba, olfateando, no es que estén sácale punta, sino que más bien están como de '¿dónde estoy?', están con la nariz venteando porque están captando olores, están moviendo las orejas porque están captando sonidos para ver en dónde están y por dónde podrían escapar en caso de peligro". 

Viven los años suficientes. Como último punto, la doctora Beatriz Vanda recuerda que también se argumenta que se usan toros de cuatro años en las plazas, mientras que en las novilladas son becerros o ejemplares de menos de un año. "Que no se hagan los hipócritas, porque no en todos lados dejan vivir a los toros cuatro años, también los matan antes. Pensando en las razas destinadas a la producción de carne o lecheras, (los toros) pueden vivir hasta 18 o 20 años si les permitiéramos vivir su vida normal". 

ESPECIAL: Polémica por las corridas de toros

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