RESURGE EN LA CDMX

Día de Muertos: Cartonería y piñatas, un oficio de arte, esfuerzo y pasión por la creatividad

Con creatividad y motivación, trabajadores de este giro tratan de posicionarse de nuevo en un sector duramente afectado por la pandemia de Covid-19

NACIONAL

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Óscar Flores lleva dos décadas de su vida dedicadas a este oficio. FOTO: Especial

Con la llegada de las festividades por el Día de Muertos o Halloween, los pedidos de piñatas y trabajos especiales de cartonería se incrementan en decenas de negocios de este giro que existen en la capital del país. Muchos de los cuales, sin importar su antigüedad, se encuentran aún superando los embates de la crisis económica que trajo consigo la pandemia de Covid-19. Así es el caso de un establecimiento ubicado en avenida División del Norte, en la Ciudad de México, el cual cuenta con más de un cuarto de siglo de existencia.

Afuera del local se puede leer en el rótulo el nombre del negocio, "La Vaca Morada", y colgando del techo destacan diversas figuras de personas y también piñatas elaboradas con cartón, papel periódico, engrudo, entre otros materiales que cumplen la función de dar forma a cualquier tipo de figuras que soliciten los clientes, ya que si algo destacan los trabajadores del establecimiento es que no imponen límites a su creatividad y suelen elaborar cualquier tipo de trabajo que les piden.

Así lo cuenta Óscar Flores, un joven de 36 años que lleva dos décadas de su vida dedicándose a este oficio, mientras elabora un sombrero de mago de al menos metro y medio de altura: "La particularidad que tiene el local es que no hacemos piñatas de 'línea', tenemos bases, moldes, pero hacemos pedidos especiales. La gente trae alguna imagen o dibujo y en eso nos basamos para hacer cualquier trabajo. Osea no hay una línea, hacemos de todo: dinosaurios, princesas, unicornios, etcétera," destaca el joven mientras aplica detalles a la figura en la que se encuentra trabajando.

Un oficio de creación, esfuerzo y motivación

Algunas figuras y piñatas expuestas en el local. FOTO: Especial

Para Óscar una de las partes más positivas de su oficio es que le permite crear y aprender constantemente: "Yo sigo aquí porque me gusta mi trabajo, por la creación, es lo que más me atrae, ver siempre qué es lo siguiente que podemos hacer. Con eso me refiero a que siempre sale algo diferente, algo más difícil, los clientes nos ponen el reto de hacer nuevas figuras", señaló.

Óscar comenzó a trabajar en este negocio gracias a uno de sus primos que lo invitó, contó en entrevista: "Uno de ellos vio la bolsa de trabajo, yo en ese tiempo tenía 16 años, me dijo: 'Vente, aquí hay trabajo', y aquí seguimos", explicó. Por ahora solo trabajan en el local dos personas además de él, esto debido a las afectaciones que dejó al negocio la pandemia: 

"Ahorita somos pocos los que trabajamos aquí, por causa de la pandemia bajó mucho el trabajo. Apenas se va recuperando, pero ahorita estamos el dueño y yo diariamente, de lunes a domingo. Y el fin de semana, de jueves a sábado, viene mi mujer. Ella también trabaja el resto de la semana en casa, haciendo lo mismo", explicó.

En años recientes los clientes suelen pedir personajes relacionados con la cultura mexicana. FOTO: Especial

El trabajador de "La Vaca Morada" destacó que aunque llevan 25 años establecidos en el actual local que ocupan, la historia de este negocio familiar se remonta una generación atrás, pues los papás del dueño del actual negocio fueron quienes comenzaron con la elaboración de estos productos décadas atrás:

"Los papás de mi jefe empezaron con el negocio de las piñatas, ellos todavía tienen un taller en la colonia Pensil, allá empezaron. Yo llegué a trabajar allá también. Después unos conocidos de mi patrón tuvieron la oportunidad de abrir un local aquí, hace 25 años. Primero solo le vendían el producto a él, la piñata, ya después cuando no quisieron seguir con el negocio se lo ofrecieron y se lo traspasaron", indicó.

Algunos trabajos se han exhibido en museos de la CDMX

Algunos de los productos se han exhibido en museos de la CDMX. FOTO: IG / @la_vaca_morada

Óscar Flores destacó durante la entrevista con El Heraldo Digital que algunos de los trabajos que han elaborado han atraído la atención de algunos museos quienes los solicitan en préstamo para exhibirlos en sus instalaciones. Así ocurrió recientemente con una catrina que tenían afuera de su local: "Acabamos de terminar una catrina de 3 metros, la cual está en préstamo a un museo, al Museo Casa Carranza, está en Río Lerma # 35 la vieron y les gustó", detalló el joven, quien también aseguró que esta no ha sido la única ocasión en que algo así ocurre.

"También por el 2018, en el Museo de Culturas Populares, en el centro, también se exhibieron catrinas y calaveras" del negocio, lo que les ha ayudado también a "que nos demos a conocer y que conozcan nuestro trabajo", refirió.

Óscar aseguró que de tres años a la fecha los pedidos que les llegan en esta temporada de Día de Muertos han cambiado, y ahora las personas han adoptado un "gusto" más mexicano, a diferencia de años previos en que solicitaban productos con figuras representativas de Halloween.

"En esta temporada nos piden catrinas, catrines, calaveras. Ya en los últimos años, de unos tres a la fecha, se está adoptando más el gusto mexicano, antes era más tipo Halloween: vampiros, calabazas, brujas, momias", contó. Entre las figuras más extrañas que le ha tocado realizar están personajes de series animadas o de anime, las cuales han alcanzado gran popularidad entre los consumidores de este tipo de productos.

Los precios de las figuras pueden ir de los 400 a los 20 mil pesos. FOTO: Especial

"Entre las cosas más raras que nos han pedido está una especie de robot araña que tiene un hámster arriba, es de una caricatura. Ahora los que más reto representan son los personajes de anime, empezando por Naruto, el zorro de las siete colas, Stranger Things, el Demogorgon, está muy de moda últimamente," comentó.

Trabajos especiales para situaciones excepcionales

Óscar también hizo énfasis en los trabajos que realizan especialmente para un público selecto: "No faltan las que son para adultos: con figuras de teiboleras, penes, cosas así." Si bien comentó que, sin importar la época del año, entre los clientes impera la misma tendencia a la hora de realizar un trabajo: "princesas y unicornios para las niñas, dinosaurios y superhéroes para los niños", también han realizado trabajos exclusivos o especiales.

Óscar Flores asegura que su trabajo le genera grandes satisfacciones e impone retos. FOTO: Especial

"De los pedidos más especiales hay gente que ya es cliente, recomendada, que viene por piñatas chiquitas, personalizadas, de cualquier figura; un balón, una camiseta o algo representativo para ellos, pero que se lo quieren llevar al extranjero, por eso lo piden más pequeño", detalló.

Precios van desde los 400 hasta los 20 mil pesos

Al ser cuestionado acerca de los precios de sus productos, Óscar asegura que son muy variables y depende de muchos factores como el tamaño, la dificultad en su elaboración, el tipo de material y el tiempo que se le destina a la misma: "Un promedio, mínimo son de 400 pesos, de ahí es un mundo de diferencias, porque hay cosas muy elaboradas y que ya no entran en el rango de piñata, pueden ser algo decorativo, cuyo precio se puede ir hasta 15 o 20 mil pesos, pero se hace teniendo en cuenta que es algo para que a la gente les dure, para que lo tengan de adorno."

Personajes de películas o series de televisión entre los más solicitados. FOTO: Especial

Para la elaboración de las figuras utilizan diversos materiales como "cartón, periódico, engrudo para pegar, papel bond para forrar, papel kraft, le da un buen acabado, pintura. El acabado va con papel crepé, papel lustre, dependiendo el terminado que lleve", explicó. El tiempo que les toma elaborar un producto depende también de las característica del mismo, pero en circunstancias especiales les puede tomar dos horas como mínimo.

"A veces nos agarran urgencias y cuando hay buen tiempo (el factor clima es importante para el secado de los productos) en dos horas terminamos una piñata, y cuando tenemos buen tiempo y es algo elaborado se puede tomar uno hasta tres semanas, en irlo haciendo y ensamblando. En estos casos lo que lleva tiempo es afinar los detalles", comentó el trabajador.

Una calavera de gran tamaño expuesta en la entrada del local. FOTO: Especial

Finalmente, Óscar destacó que una de sus grandes satisfacciones en su oficio es el reconocimiento que le dan los clientes a su trabajo, aunque comentó que no faltan las personas que piden siempre un precio menor e intentan regatear: "La mayoría de los clientes reconocen nuestro trabajo. La retroalimentación de la gente es lo mejor, que la gente reconozca tu trabajo, eso es lo que me alimenta para seguir con esto, porque sí, a veces hay jornadas muy duras. Hacer esto a veces es muy cansado, muy pesado, pero el reconocimiento de las personas es lo mejor", concluyó.

El origen de las piñatas

Existen dos versiones respecto al origen de la piñata y una de ellas se lo adjudica a la civilización maya, ya que se asegura que los mayas practicaban un juego con los ojos vendados, el cual consistía en colgar con una cuerda una olla de barro llena de cacao y tratar de romperla.

La segunda versión asegura que su origen se remonta a la China de la antigüedad y en concreto al libro "Los viajes de Marco Polo", escrito por el famoso mercader y viajero italiano, en donde se menciona que en una de sus travesías por Asia pudo ver cómo rompían la figura de un buey relleno de semillas, esto con el objetivo de celebrar el Año Nuevo chino.

Una de las catrinas elaboradas en "La Vaca Morada". FOTO: IG / @la_vaca_morada

Por lo que habría sido el propio Marco Polo quien llevó esta tradición a Italia, en donde se adaptó para conmemorar la cuaresma, y después la tradición migró a a España. Finalmente, serían los españoles quienes se encargarían de traerla al Nuevo Mundo, en donde sele dio un nuevo significado. Tras la conquista española las piñatas adquirieron una connotación religiosa, ya que los frailes y monjes la utilizaron como recurso de evangelización.

De acuerdo con algunas referencias históricas, la forma actual con la que conocemos a las piñatas surgió en el siglo XVI en Acolman de Nezahualcóyotl, Estado de México, cuando los frailes comenzaron a celebrar las denominadas “misas de aguinaldo” o “posadas” en los días previos a la Navidad. En ellas se utilizaba la piñata como alegoría para evangelizar a los pobladores de la región.

Las piñatas tradicionales contaban con siete picos. FOTO: Especial

En un principio las piñatas se realizaban con una olla de barro, la cual se adornada y a la que se le pegaban siete picos, con el objetivo de para darle forma de estrella; estos picos simbolizaban los siete pecados capitales: pereza, envidia, gula, ira, lujuria, avaricia, soberbia. Hasta hace algunos años todavía en México se solían fabricar este tipo de piñatas, sin embargo, después comenzaron a ser elaboradas a base de cartón y papel.

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