La crisis migratoria en Centro y Norteamérica no es un problema nuevo, las supuestas soluciones tampoco. El papel de Estados Unidos en este proceso ha sido ambivalente a lo largo de los años, generando una constante incertidumbre y complicando la vida de las personas migrantes.
En México, particularmente, es necesario hacer autocrítica, revisar nuestras leyes y nuestra cultura hacia las comunidades migrantes.
Con el inicio de la administración de Joe Biden, la crisis migratoria naturalmente regresó a las portadas. El presidente estadounidense nombró a la vicepresidenta Kamala Harris como lideresa en esta encomienda diplomática mostrando la importancia que representa para su mandato.
Los números de migrantes en la frontera rompieron récords, pero se nos olvida que también lo hicieron durante la administración de Trump, de Obama y de Bush. Desde 1952 con el presidente Eisenhower, hasta la fecha, todos los presidentes de Estados Unidos han tomado acciones ejecutivas buscando soluciones tajantes a las crisis migratorias del momento. Además, en Estados Unidos el tema está sumamente politizado, inmerso en un constante vaivén entre las políticas demócratas y republicanas.
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En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador – en alianza con la Comisión Económica para América Latina (Cepal) – presentó el Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica con el objetivo de crear empleos y bienestar en los países del Triángulo Norte disminuyendo los incentivos a emigrar y combatiendo las causas de raíz.
Estrategias que fracasan
Parece que nuestra memoria reciente vuelve a fallar ya que el presidente Vicente Fox creó en su momento el Plan Puebla Panamá para el desarrollo sostenible desde los estados del sureste mexicano hasta Panamá.
El presidente Felipe Calderón implementó el Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica con los mismos objetivos, así como la creación del Fondo Yucatán; fondo con recursos para los países de Centroamérica, el cual capitalizó aún más el presidente Enrique Peña Nieto y que actualmente el presidente López usa para la implementación de su plan.
Si bien los organismos internacionales en la región y las agencias de desarrollo han mejorado los canales de inversión e implementación de programas en Centroamérica, es evidente que los problemas siguen lejos de ser solucionados y que la corrupción juega un papel clave en su ejecución.
Hasta el momento hemos experimentado con las mismas “soluciones” ante un problema que no parece terminar.
Enfocándonos en México, lo que sí parece ser una constante son los señalamientos hacia ambos lados de nuestras fronteras; si no es por la hostilidad y la agresión de la policía fronteriza en el norte, es por la inestabilidad económica y social en el sur. ¿Qué estamos haciendo nosotros por los migrantes? ¿México es un país receptor de migrantes?
La gente cruzando por nuestra frontera hacia Estados Unidos está en números récord. En los últimos 20 años las personas no nacidas en México radicando aquí se han más que duplicado, sin embargo, no representan ni siquiera el 1% del total de nuestra población.
De acuerdo con la ONU, México es de los últimos países (163) en el ranking de recepción de migrantes a nivel mundial relativo a su población. Además, la Ley Federal del Trabajo limita a que máximo el 10% del personal en cualquier compañía sea extranjero.
¿Cómo se solucionan las crisis migratorias?
Los países receptores de migrantes suelen tener mayor diversidad de pensamiento, innovación, incrementos en los flujos de inversión, y sociedades más receptivas.
Si México quiere realmente abonar a construir una región más próspera, dinámica y menos xenófoba, tenemos que dejar de señalar y crear oportunidades aquí.
México necesita mayor dinamismo, leyes más incluyentes e instituciones sólidas que permitan una ágil recepción de migrantes. Veamos cómo evoluciona esto con los cambios en el Congreso.
Por: Pedro Casas Alatriste. Candidato a Maestro en International Development Policy por la Universidad de Georgetown y miembro del Programa de Jóvenes del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI).