En el año y medio de la pandemia de Covid-19 se ha incrementado hasta 300 por ciento el tiempo que los menores de edad navegan por Internet. Daniela Santibañez, consultora en ciudadanía digital hace un llamado a padres de familia para que en casa no falten las dos M: monitorear y mentorear.
Un adulto usa Internet de 11 a 16 horas diarias y los niños están viendo ese ejemplo. El Internet es un país al que se tiene que respetar, como usuario ¿tienes ciudadanía o eres un turista cibernético que sólo toma fotos?, subrayó la especialista en entrevista con El Heraldo de México.
“Hay que invitar a la población a conocer los dispositivos parentales, para saber evaluar las horas y el contenido de las páginas que visitan. Los controles y alertas te van a permitir mentorearlos correctamente. Te dan focos de si tus hijos están entrando a páginas riesgosas donde le pueden robar datos o si charlan con desconocidos”.
¿Cómo puedes explicar a los niños los riesgos que hay en el ciberespacio sin atemorizarlos, pero sí alertarlos? Simplemente habla con ellos usando palabras sencillas y claras que puedan entender.
Por ejemplo, cuando navegas por Internet “va a haber gente que te quiere vender cosas, otros te van a decir ‘buenos días’, algunos te van a invitar a tomar un café, o en una esquina de la calle te va a salir un encuerado. ¿Qué vas a hacer?”.
Muchos padres están tranquilos pensando que los hijos están protegidos del coronavirus en su casa, sin imaginarse que además están expuestos a millones de virus cibernéticos y a contenidos inapropiados para su edad o en peligro con pederastas.
“Nadie quiere que sus hijos vivan algo incómodo, pero ¡puede pasar! Hablar de los riesgos ayuda a que los niños tengan un poco más de confianza en abrir canales de comunicación con los papás”.
Dejar a los niños andar solos por Internet es como abandonarlo en una transitada avenida, al menos tendrían que saber cómo regresar de forma segura a casa.
“Darles ejemplos para que los niños detecten una URL equivocada, que nos metan a redes sociales anónimas y expongan información privada. Hay que saber qué hacer. De lo contrario es como si nunca hubiera salido a la calle y de pronto está solito en una calle nueva. Los padres deben usar el monitoreo para hacer mentoreo”.
Por Adriana Luna