Hoy 20 de enero, celebramos el 108 aniversario luctuoso del artista José Guadalupe Posada, grabador, ilustrador y caricaturista originario de Aguascalientes. Célebre por sus ilustraciones de calaveras con las que representaba la cotidianidad mexicana, parodiaba a la humanidad y ridiculizaba la cultura burguesa de la época.
Una de sus imágenes más famosas, titulada “La Calavera Catrina” ha trascendido mundialmente. Sin embargo, otras de sus obras tal vez no tan conocidas, provocan fascinación pero a la vez son oscuras y perturbadoras a la vista. Para conmemorar su muerte, a continuación presentamos cinco de ellas.
1. La tierra se traga a José Sánchez por dar muerte a sus hijos y sus padres.
Esta es la representación del artista de una historia verídica: la noticia de un hombre que asesinó a sus hijos y a sus padres. La escena refleja una serpiente con cabeza de dragón a punto de devorar a José Sánchez, mientras la misma tierra se lo traga.
2. Calavera Huertista
Entre 1850 y 1916, Victoriano Huerta, uno de los generales de mayor confianza del dictador Porfirio Díaz, pero también uno de los más crueles y temidos. Era encargado además de reprimir los levantamientos de comunidades indígenas. Posada lo representa en esta obra como un monstruo de seis patas con cola devorando cráneos.
3. Gran Calavera Eléctrica
Esta ilustración busca transmitir la época moderna en México de ese tiempo. En ella se muestra un esqueleto de pie hipnotizando montones de cráneos y un esqueleto sentado. Detrás, un tranvía lleno de esqueletos ven la escena.
4. Calavera Oaxaqueña
Al inicio conocida en 1903 como “La Calavera Oaxaqueña” y después, en 1910 se conoció como “Calaveras del montón”. Muestra un esqueleto con sombrero con una mueca divertida pero que a la vez se ve amenazante con un cuchillo en la mano. Detrás de él un grupo de esqueletos y cadáveres llenan el encuadre.
5. Calavera Sevillana
La primera vez que se publicó esta ilustración el encabezado decía: “Esta hermosa calavera que fue de un grande torero, viene a presidir las fiestas que nos va a dar cuatro dedos”. En ella se muestra un cráneo decorado con una montera de torero, espadas y otros elementos de la tauromaquia.
