Aunque aún no hay una disposición oficial en el Estado de México, en Piedra Herrada, uno de los tres santuarios de la Biosfera de la Mariposa Monarca en la entidad, han aprobado ya familias completas, entre niños y adultos mayores.
La COVID-19 no derivó en el cierre del ejido entre Temascaltepec y Valle de Bravo, donde los visitantes llegan con cubrebocas en su mayoría.Por el momento no se tiene el acompañamiento de seguridad o vigilancia de aplicación de protocolos sanitarios.
Los pobladores, encargados de la prestación del servicio, desde hace 15 días han hecho recorridos a pie y a caballo, pero -lamentaron- que la afluencia no ha sido la misma que hasta el año pasado por la emergencia sanitaria.
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Un ejidatario, que se reservó su identidad, narró que como comunidad han seguido las disposiciones de salud, pero, aseguró, que el mismo turista, incluso extranjero, lo ha regañado por utilizar el cubrebocas.
“Hasta mí me regañaron, mejor me lo quité y yo lo usaba más que nada por respeto al turismo”, declaró.
A Piedra Herrada se llega por dos vías .El primero en el Ejido del Sauco, Valle de Bravo, desde este punto a una persona le cuesta hasta 500 pesos ingresar, 300 pesos por el guía, 70 pesos el pase y 150 pesos para ir en caballo.
O se llega directamente al Santuario de la Mariposa Monarca y el costo de acceso es de70 pesos más el estacionamiento.
En el Ejido del Sauco hasta el año pasado diariamente arribaron hasta mil 500 familias.
Además de Piedra Herrada, se tiene los santuarios del Capulín y Macheros en Donato Guerra y La Mesa en San José del Rincón. En el primero han decidido cerrar el acceso para evitar contagios de COVID-19.
Por Gerardo García