En Hidalgo el 25 por ciento de los internos de los Centros de Readaptación Social (Cereso) se encuentran en vulnerabilidad por los efectos de la pandemia de Covid-19, lo que representa un riesgo para la población penitenciaria para continuar con el ascenso de padecimientos, de acuerdo con un informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
El estudio reveló que mil 128 personas que se encuentran recluidas en los centros penitenciarios de la entidad se encuentran en algún nivel de vulnerabilidad por los efectos de la pandemia, por lo que recomendó a la Secretaría de Seguridad Pública estatal (SSPH) reforzar las medidas sanitarias.
De acuerdo con la CNDH, en Hidalgo existen 4 mil 489 personas recluidas en las cárceles, de quienes 491 tienen algún tipo de discapacidad, 333 son de origen indígena, 198 son adultos mayores, 77 padecen enfermedades mentales y 29 son extranjeros.
La CNDH señaló que en el Cereso de Pachuca es necesario reforzar las medidas sanitarias como realizar el filtro de temperatura de las personas que ingresan al mismo, además de que no se respeta la sana distancia en el inmueble, donde se presenta hacinamiento.
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El organismo defensor de derechos humanos enfatizó que las autoridades penitenciarias deben garantizar condiciones de salud para los internos de los penales, aunado a que no se aplican las pruebas de detección de Covid-19, por lo que urgió a la SSPH a contar con elementos claves para la detección de cualquier enfermo con el nuevo virus.
Por José García