La primera Red metropolitana de ciudades amigables de México es creada en Jalisco y certificada por la Organización Mundial de la Salud. Se integra por nueve municipios (Guadalajara, Zapopan, San Pedro Tlaquepaque, Tlajomulco de Zúñiga, Tonalá, El Salto, Juanacatlán, Ixtlahuacán de los Membrillos y Zapotlanejo) y en los próximos meses se buscará certificar otros 27 municipios más.
“Jalisco es el primer estado amigable con las personas mayores. La Zona Metropolitana de Guadalajara se posiciona en un lugar de liderazgo, no solo a nivel nacional sino a nivel internacional, en la región de las Américas y más allá de ella. Da una mejor respuesta a sus residentes de la tercera edad, para considerar su valor social y su experiencia”, explicó Cristian Roberto Morales, representante en México de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud.
La población mundial está envejeciendo a pasos acelerados, entre el año 2000 y 2050 la proporción de los habitantes del planeta mayores de 60 años se duplicará, pasando del 12% a 22%. En ese lapso, la población mayor de 80 años aumentará casi cuatro veces hasta alcanzar 395 millones de personas.
“México y Jalisco no están exentos de este fenómeno de cambio demográfico, es un acontecimiento sin precedentes en la historia de la humanidad. Esto significa que una mayor cantidad de niños conocerá a sus abuelos y bisabuelos, especialmente a sus bisabuelas. Las mujeres viven en término medio de seis a ocho años más que los hombres”, añadió.
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La pandemia mundial de COVID-19 representa una amenaza a la vida de los adultos mayores. Por su parte, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez enfatizó que este logro requirió años de diseño, planeación e inversión económica es un avance pero no es suficiente.
“En Jalisco entendemos que el esfuerzo para apoyar económicamente a los adultos mayores y para lograr un apoyo universal es importante, pero no suficiente. Una agenda pública que nos permita mejorar la atención en materia de salud, generar política de acceso a la cultura, adaptar los espacios públicos para que nuestros adultos mayores puedan apropiarse de la ciudad y hacer valer sus derechos como ciudadanos”.