A finales de septiembre de 2023, militares azerbaiyanos entraron en la entonces República de Artsaj, un enclave de población étnicamente armenia dentro de Azerbaiyán. Luego de los hechos, y tras la rendición de las fuerzas locales, se pactó la disolución del gobierno de la autoproclamada República de Artsaj – el gobierno de Armenia como país sigue existiendo, y fue gracias a este que se disolvió.
Si bien Ilham Aliyev, presidente de Azerbaiyán, expresó que los armenios podían permanecer en la región, y rechazó las acusaciones sobre limpieza étnica y desplazamiento forzado, el mundo fue testigo del éxodo de cientos de armenios que abandonaron sus casas por temor a sufrir represalias por parte de los militares de Aliyev.
Con la entrada de las tropas azerbaiyanas al enclave armenio, se publicaron en redes sociales metrajes e imágenes que mostraban a su ciudad capital, Stepanakert, desierta y a los militares destrozando cualquier rastro de naturaleza armenia. Los videos y fotografías en los que se observa el retiro de carteles y señalizaciones escritas con el alfabeto armenio, así como el saqueo de viviendas prematuramente abandonadas, dieron cuenta de los temores de la población. En realidad, los armenios no estaban invitados a permanecer en sus tierras y hogares.
¿Cómo se llegó a esto?
Aunque para efectos de este artículo resulta imposible imprimir en un par de líneas la complejidad histórica, política y étnica de la región, a continuación, se exponen algunos de los elementos clave:
Destaca la relevancia geopolítica del Cáucaso como un punto de convergencia de grandes imperios, lo que ha influido en las dinámicas étnicas y territoriales de la actualidad.
Desde la antigüedad, el Nagorno Karabaj fue parte del reino de Armenia; sin embargo, con los siglos, el territorio pasó a ser dominado por otros imperios, incluidos el ruso en el siglo XIX. Durante el siglo XX, tras la disolución del Imperio Ruso y la creación de la Unión Soviética, las fronteras de las repúblicas caucásicas se redefinieron. Aunque la región fue parte de Azerbaiyán durante el período soviético, las tensiones entre armenios y azerbaiyanos por el estatus de Nagorno Karabaj estuvieron siempre latentes, pues siempre hubo intentos de los armenios de Artsaj de unirse con Armenia.
A raíz de la disolución de la URSS en 1991, las hostilidades se intensificaron y culminaron en una guerra abierta entre Armenia y Azerbaiyán. En 1994, Rusia medió un alto al fuego; empero, el estatus de Nagorno Karabaj quedó sin resolver Lo anterior provocó nuevos enfrentamientos en 2020 y más recientemente, entre 2022 y 2023, cuando Azerbaiyán, tras levantar un bloqueo en el corredor de Lachín, optó por la intervención militar directa en el enclave, llevando a la expulsión de la población armenia.
Aunque Azerbaiyán lo niegue, y argumente que Armenia es el responsable real de la crisis, organizaciones y organismos internacionales como la ACNUR, y Human Rights Watch aseguran que las acciones llevadas a cabo por Azerbaiyán incurren en violaciones a los derechos humanos y constituyen actos de limpieza étnica y desplazamiento forzado. En la siguiente entrega, se abordarán estas acusaciones con mayor detalle.
Sebastián Jaimes Garfia
Estudiante de la carrera de Relaciones Internacionales
ITAM
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