Desde el pasado martes 7 de enero, Los Ángeles, California se ha visto envuelto en un desastre natural sin precedentes pues feroces llamas han amenazado cientos de hogares y dejado a familias enteras sin refugio, pues los incendios forestales en las cercanías han provocado miles de daños y personas lesionadas lo cual a alertado tanto al gobierno local como al de Estados Unidos para intentar sofocar los siniestros.
Los incendios comenzaron en Hollywood en las colinas cercanas a los barrios de Pacific Palisades y Altadena. Los fuertes vientos de Santa Ana y la extrema sequedad del ambiente ayudaron a la expansión de las llamas.
Al momento se han reportado cinco muertos y más de mil 900 estructuras han sido destruidas y se espera que el número aumente, además más de 130 mil personas también están bajo órdenes de evacuación en el área metropolitana, desde la costa del Pacífico hasta Pasadena, un número que continúa cambiando a medida que surgen nuevos incendios.
Imágenes fuertes del antes y después de los incendios en Los Ángeles
Videos e imágenes en redes sociales muestran la magnitud de la devastación marcando un antes y un después del estado de emergencia en que se encuentra la ciudad. En Altadena, una franja de viviendas que antes estaba rodeada por árboles y piscinas ahora se ha convertido en escombros, con apenas unas pocas casas en pie. La destrucción también es visible en Pacific Palisades, donde casas de lujo y bungalós, incluidos algunos de famosos, quedaron reducidos a cenizas, con piscinas cubiertas de hollín y autos deportivos caídos sobre neumáticos derretidos.
Además de hogares, más de media docena de escuelas resultaron dañadas o destruidas, y la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) se vio obligada a cancelar las clases de esta semana debido a los incendios cercanos.
Los incendios han arrasado rápidamente áreas densamente pobladas, dejando a muchas personas sin tiempo para evacuar. En Pacific Palisades, las carreteras quedaron atascadas con vehículos abandonados, mientras que los residentes huían a pie. Los policías, al igual que muchos habitantes, se vieron obligados a refugiarse en sus coches patrullas.
A medida que los bomberos continúan luchando contra los incendios, las autoridades han reiterado su llamado a la evacuación de las zonas de alto riesgo, mientras el balance de víctimas mortales y daños materiales podría seguir aumentando.
La comunidad de Los Ángeles se enfrenta a un desastre natural de gran escala, y la recuperación de las zonas afectadas será un desafío enorme en los próximos meses.
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