Un incidente de violencia sin precedentes ha sacudido la tranquila comunidad de Ferrol, en Galicia, España. Valentín, un hombre de 58 años, ha quedado gravemente herido y desfigurado después de recibir una brutal paliza en su propia casa, el ataque ocurrió tras que Valentín pidiera a una pareja de jóvenes que disminuyeran el ruido durante la madrugada.
La noche del ataque, Valentín se encontraba en su hogar cuando, alrededor de las 3:00 a.m., fue perturbado por el ruido generado por los jóvenes, que regresaban de una fiesta. Incomodado por la bulla, el hombre se acercó a la puerta para solicitarles que hicieran menos ruido. En un intento por llamar su atención, Valentín les lanzó un vaso de agua, provocando la furia de los jóvenes.
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Los jóvenes sobre reaccionaron
Aparentemente, la reacción de la pareja fue desproporcionada, los jóvenes, identificados solo como una chica y un chico, decidieron tomar represalias violentas, de acuerdo con el testimonio de Valentín, ambos forzaron el portal del edificio y subieron hasta su vivienda.
"Primero comenzaron a aporrear la puerta del domicilio mientras gritaban e insultaban. Al ver que estaban a punto de tirarla abajo, decidí abrirles la puerta", relató el agredido en una entrevista que concedió Valentín al medio español, La Voz de Galicia.
Una vez dentro, los agresores se abalanzaron sobre Valentín sin decir una palabra. El ataque dejó al hombre con la cara completamente desfigurada: tiene la nariz rota, numerosos moratones y una hinchazón severa que refleja la violencia del asalto.
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"No me dijeron nada, solo me derribaron al suelo y empezaron a golpearme brutalmente", agregó Valentín.
La policía investiga los hechos
La policía local de Ferrol está investigando el incidente y ha comenzado a revisar las cámaras de seguridad del edificio para identificar a los agresores. Las imágenes podrían proporcionar evidencia clave sobre los responsables del ataque y ayudar en la detención de los culpables.
El caso ha conmocionado a la comunidad local, que se ha mostrado preocupada por el nivel de violencia que ha surgido en su vecindario. La brutalidad del ataque ha generado un llamado a las autoridades para que refuercen la seguridad en la zona y se tomen medidas más estrictas contra la violencia en las calles.
Mientras tanto, Valentín continúa recuperándose de las graves lesiones que sufrió. El ataque ha dejado una marca profunda no solo en su rostro, sino también en el tejido social de Ferrol, que ahora enfrenta el reto de recuperar la tranquilidad y la seguridad en su entorno.
LA
