Francia mantiene en periodo de prueba una prohibición de los teléfonos móviles en las escuelas para alumnos de hasta 15 años, una “pausa digital” que podría implementarse en todo el país a partir de enero. El experimento en el que participarán 200 escuelas secundarias, obligará a los alumnos a entregar sus teléfonos móviles a la entrada de la escuela, aunque ya estaba prohibido que los utilizaran al interior de los planteles.
La ministra de Educación, Nicole Belloubet, anunció el martes la prueba, afirmando que el objetivo es dar a los jóvenes una “pausa digital”. Si la prueba resulta exitosa, la prohibición se introducirá en todas las escuelas a partir de enero. Una comisión creada por el presidente, Emmanuel Macron expresó su preocupación por el efecto perjudicial que la sobreexposición de los niños a las pantallas tiene sobre su salud y su desarrollo.
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Informe señala "consenso" en efectos negativos de los dispositivos
Un informe de 140 páginas publicado en marzo concluyó que había “un consenso muy claro sobre los efectos negativos directos e indirectos de los dispositivos digitales sobre el sueño, el sedentarismo, la falta de actividad física y el riesgo de sobrepeso e incluso obesidad así como sobre la vista”.
Dijo que el uso “hiperactivo” de teléfonos y otras tecnologías digitales no sólo era malo para los niños sino también para “la sociedad y la civilización”.
¿A qué edad deben usar teléfonos celulares los niños?
El informe recomendó que el uso de teléfonos móviles por parte de los niños se controle por etapas: ningún teléfono móvil antes de los 11 años por lo menos, móviles sin acceso a Internet entre los 11 y los 13 años, teléfonos con Internet pero sin acceso a las redes sociales antes de los 15 años.
También sugirió que los niños menores de tres años no deberían estar expuestos en absoluto a los dispositivos digitales, que, según dijo, “no son necesarios para el desarrollo saludable del niño”.
La prohibición de los teléfonos móviles en las escuelas ha sido objeto de debate durante mucho tiempo en toda Europa. En los países donde existen prohibiciones, la mayoría de las veces se limita a su uso y no exige que los niños los entreguen.
