En medio de una temporada excepcionalmente lluviosa, Daniel Marrière, alcalde de Coulonces, una pintoresca localidad en el noroeste de Francia, ha decidido tomar medidas inusuales para combatir las persistentes precipitaciones que han afectado a la región. El miércoles pasado, Marrière emitió una ordenanza municipal peculiar que ha llamado la atención tanto local como internacionalmente.
"Se estipula que para el 15 de julio y para los meses de agosto, septiembre y por qué no octubre, la lluvia cese y sea sustituida por una ligera brisa y un sol radiante", especificó el alcalde en el texto oficial de la ordenanza.
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Esta medida, que algunos podrían considerar casi mágica, no termina ahí. En un guiño humorístico, el artículo tercero del decreto insta a los clérigos de las parroquias del norte de Francia a contribuir "a la comunicación con el más allá" para facilitar el retorno del sol. Según Marrière, esta medida refleja el espíritu de la comunidad y su deseo compartido de ver un cambio en el tiempo.
El alcalde explicó la motivación detrás de su decisión extraordinaria: "Nunca vi un tiempo así en julio. Ayer por la mañana, llovía a cántaros, el tiempo estaba gris, apenas se podía ver. Tuvimos que usar la luz durante el día en las casas", comentó en una entrevista con AFP.

La agencia meteorológica Meteo France respalda la percepción de Marrière, reportando que la primavera pasada fue una de las más lluviosas registradas desde 1959, con algunas regiones experimentando el doble del promedio normal de lluvia. La falta de sol ha sido una constante que ha afectado significativamente a los residentes locales.
Franceses reacción a extraña petición
Tras la publicación de la ordenanza, Marrière ha recibido un apoyo significativo de los 227 habitantes del pueblo, quienes, según sus palabras, le han expresado su gratitud. Aunque la medida pueda ser vista por algunos como una estrategia simbólica, para Marrière representa un intento legítimo de aliviar las condiciones meteorológicas adversas que han afectado la vida cotidiana en su comunidad.
Con esta iniciativa, Coulonces se convierte en el centro de atención por su enfoque singular para manejar los caprichos del clima, una situación que continuará siendo observada con interés en los próximos meses por observadores tanto locales como meteorológicos.
dhfm