Un hombre ciego cayó por el hueco de un elevador desde el cuarto piso en el Madison Hotel en los Los Ángeles, donde residen personas de bajos ingresos. Ahora el edificio enfrenta una demanda por malas condiciones de vida y mantenimiento. Aunque el estado de salud del hombre es delicado, se espera que el hombre sobreviva luego de caer desde cuatro pisos a través del hueco de un ascensor en un edificio de Skid Row.
El incidente fue registrado en un video que se compartió en redes sociales donde denuncian las precarias condiciones de vida en el edificio. En el video se aprecia como la puerta del elevador está abierta y el hombre, que tiene discapacidad visual, intenta entrar, pero no hay ascensor, por lo que cae por el hueco, al percatarse de lo ocurrido uno de los trabajadores del hotel corrió a auxiliar al hombre pero él ya había caído.
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Reportan malas condiciones de vivienda
A través de redes sociales varios residentes se han quejado de las malas condiciones de vida y se preguntan qué más tiene que pasar para que se atiendan sus peticiones. El edificio pertenece a la AIDS Healthcare Foundation, cuyo presidente es Michael Weinstein. Además del Hotel Madison, esta organización posee varios otros hoteles de habitaciones individuales en Los Ángeles destinados a personas de bajos ingresos, incluidos algunos en Skid Row.
Según un informe reciente del LA Times, han destinado más de $300 millones a patrocinar iniciativas electorales de control de alquileres en todo California. Sin embargo, en Los Ángeles, "las quejas sobre la aplicación del código y la salud pública en los edificios de la fundación son más de tres veces mayores que las de otros propietarios de Skid".
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¿En qué condiciones está el Madison Hotel?
Una residente, expuso que tienen cucarachas y chinches y que los baños no siempre están limpios. También mencionaron que el edificio está completamente ocupado y los inquilinos pagan $400 dólares al mes. Según el medio Los Angeles Times han culpado repetidamente al dueño actual por los problemas del Madison, especialmente los apagones de los ascensores, aunque aseguran que fue el último dueño el que dejó en esas condiciones el Madison.
Durante los supuestos más de cinco años en que la fundación ha sido dueña del Madison, los residentes aseguran que las frecuentes fallas en los ascensores han obligado a los residentes, muchos de los cuales son personas mayores o están enfermos, a pasar la noche en el vestíbulo, pagar a otros inquilinos para que los ayuden a llegar a sus habitaciones, o quedarse atrapados en los pisos superiores.
