Era un día común para Madison Schemitz, una prometedora jugadora de softbol de 17 años; comía junto a su madre, Jaclyn "Jacki" Roge, y su amiga Casey Estep, en un restaurante de de Ponte Vedra Beach, Florida, cuando vio a lo lejos a su exnovio, Spencer Ross Pearson, de 18 años, por lo que se apresuraron a abandonar el sitio. Pero el joven les dio alcance y comenzó una brutal agresión contra la adolescente, de acuerdo a los reportes policiales, la apuñaló 15 veces.
Al ver la terrible agresión que sufría su hija, Jacki intervino, pero también recibió puñaladas en la frente y una pierna. Un hombre, Kennedy Armstrong, de 23 años, que estaba en su vehículo escuchó los gritos y corrió a ayudar, derribó al agresor, pero Pearson de inmediato se incorporó y apuñaló también al buen samaritano. Parecía que el frenético ataque jamás terminaría, pero de pronto paró y comenzó a cortarse la garganta con el fin de terminar con su vida.
Las cuatro personas fueron trasladadas a un hospital para que recibieran atención médica, Schemitz sufrió cortes profundos en la columna vertebral, el informé de la policía indica que su vida estuvo en peligro, aunque ahora ya se encuentra estable, pero experimentó parálisis como resultado de sus heridas.
Por su parte, la madre de la joven promesa del softbol publicó que "Madison tiene tubos en el pecho y una herida en la espina dorsal, pero es una luchadora. Por favor, continúen rezando por ella". Añadió que ella sería sometida a cirugía porque los músculos de su mano fueron cortados hasta el hueso.
Sobre el joven que las ayudó no se ha dado a conocer cuál es su estado de salud. El atacante sigue recuperándose de sus heridas, sin embargo, la Oficina del Sheriff del Condado de St. Johns, emitió una orden de arresto por dos cargos de intento de asesinato premeditado y un cargo de agresión agravada con un arma mortal que causa una discapacidad permanente.
La historia previa
Madison y Spencer tenían una relación de noviazgo, solían compartir fotos juntos en redes sociales y parecía un bonito amor adolescente, pero comenzaron los problemas, los cuales fueron escalando hasta que la joven decidió ponerle fin al romance en el pasado mes de abril.
A partir de ese momento, el joven comenzó a tener actitudes acosadoras, la seguía a todos lados y empezó a sentirse amenazada, por lo que la madre estaba en proceso de conseguir una orden de alejamiento contra Pearson. Se desconoce si el agresor tenía conocimiento de esa situación. Por ahora, se le ordenó no tener contacto con las víctimas, no poseer un arma de fuego y se le obliga a llevar un localizador GPS.
DMGS