Este lunes, Estados Unidos, Corea del Sur y Japón llevaron a cabo un ejercicio conjunto de defensa de misiles en aguas cercanas a la Península de Corea, en respuesta a las crecientes amenazas de los misiles norcoreanos con capacidad nuclear. La estrategia ha sido catalogada por el gobierno de Pionyang como un chantaje nuclear por parte de Estados Unidos, quien ha llevado su presión a nuevos niveles con el despliegue de bombarderos nucleares en aguas coreanas.
La semana pasada, Corea del Norte realizó una de sus demostraciones armamentísticas más provocadoras en años, con el primer ensayo exitoso de un misil balístico intercontinental con combustible sólido. Este ensayo forma parte de los esfuerzos del gobierno del norte por desarrollar armas más difíciles de detectar y que puedan alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.
Desde comienzos de 2022, Corea del Norte ha lanzado al mar más de 100 proyectiles de diversos alcances en su búsqueda por conseguir un arsenal nuclear viable que pueda amenazar a sus países vecinos y a Estados Unidos. La serie sin precedentes de pruebas armamentísticas ha llevado a la comunidad internacional a aumentar la presión sobre el gobierno de Pionyang para que abandone sus programas nucleares y de misiles balísticos.
Las maniobras de Corea del Sur, Japón y Estados Unidos podrían provocar una respuesta combativa de Pyongyang, que tacha los ejercicios militares estadounidenses con sus aliados asiáticos de ensayos de invasión. El Norte ha empleado esas maniobras como pretexto para acelerar su desarrollo armamentístico, creando un ciclo de represalias que ha incrementado la tensión en los últimos meses.
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¿En qué consisten los movimientos militares estadounidenses?
Los ejercicios del lunes se hicieron en aguas internacionales al este de Corea del Sur y se centraron en perfeccionar los procedimientos para detectar, seguir y compartir información sobre misiles balísticos norcoreanos, indicó la Marina surcoreana. En el ejercicio de un día participó un destructor Aegis de cada país.
Por otro lado, Estados Unidos y Corea del Sur realizaron cinco días de prácticas aéreas con unos 110 aviones, incluidos cazas avanzados F-35.
También el lunes, Corea del Sur y Japón retomaron una reunión de seguridad de funcionarios de defensa y diplomáticos de alto nivel tras cinco años de interrupción.
La reunión es uno de varios eventos que muestran la mejora en los lazos entre Seúl y Tokio ante las crecientes amenazas nucleares norcoreanas, tras años de disputas históricas y comerciales.
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